Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0153

-Te doy un minuto, sal-le dijo Julio al teléfono con tono imperativo.

¿Salir? Silvia apretó el teléfono con fuerza y miró por la ventana:

-¿Estás aquí?

-¿Tú qué crees?

Julio colgó directamente. Silvia miró asombrada el teléfono que había sido desconectado y luego se volteó hacia Luis, un poco avergonzada:

-Lo siento, tengo asuntos urgentes que atender y necesito irme.

Luis estaba a punto de preguntarle qué pasaba, pero al ver su expresión algo nerviosa y apresurada, no le preguntó más, afirmó:

-Está bien, ten mucho cuidado.

Silvia agarró su bolso y salió rápidamente.

Luis se levantó en completo silencio, fue hacia el balcón y observó cómo desaparecía la figura de ella, con una expresión bastante complicada en su rostro.

fusionándose con la oscuridad de la noche. Silvia se acercó

coche se bajó lentamente, y en ese momento Julio estaba sentado en el asiento del conductor, con una mirada fría y dura, su aura sombría

a Silvia, que salió apresurada, con

+25 BONUS

-Sube al coche.

en una zona

abrió la puerta del coche y se sentó en el asiento del copiloto. Julio encendió de inmediato el coche y salió de

de guardaespaldas, lo que la hizo sentirse inexplicablemente asustada. De

te lo estás pasando muy bien hoy, ¿verdad?

sin entender muy bien qué quería decir él.

lo estás pasando bien mintiéndome? -le dijo Julio mientras pisaba el acelerador a fondo. La velocidad a la que pasaban los paisajes fuera de la ventana

de qué estás hablando? -intentó

el coche. Por inercia, Silvia casi golpeó su cabeza. Antes de que pudiera reaccionar, el hombre se inclinó hacia ella, agarrándole el brazo con fuerza, como sí quisiera romperle los huesos.

en el coche, Silvia solo podía ver el atractivo rostro de Julio frente a ella, sin darse cuenta de

razón, realmente eres una verdadera mentirosa -le dijo Julio

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fue como un feroz rayo que golpeó directamente a Silvia. Ella miró incrédula a Julio:

-¿Qué estás diciendo?

mis propios ojos que hoy fuiste al aeropuerto a esperar a Luis -Julio bajó la voz, pegándose a su oído,

esta noche porque quieres estar con él? ¿Estás planeando pasar toda la noche

terminar de hablar, Silvia levantó la mano con fuerza para golpearlo. Pero antes de que su palma cayera, Julio le agarró firmemente la muñeca. Él se rió