Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0161

Lo que Adrian quería decir era que Silvia podía comportarse de manera infantil por ahora. Pero si seguía así, Julio terminará cansándose algún día, y entonces realmente no podrían volver a

estar juntos.

Silvia no era ninguna tonta, podía percibir claramente lo que Adrian quería decir.

-Asistente Panadero, ¿tienes novia? o ya ¿tienes esposa?

Con sus estrechos ojos brillantes detrás de sus delicadas gafas, Adrian le respondió con un ligero temblor en su mirada:

-Tengo una prometida.

Al mencionar a esa prometida, se sentía algo impotente. Aunque se conocieron a través de una cita concertada y estaban totalmente enamorados, esa mujer era demasiado inmadura y a menudo hacia berrinches. El la había dejado plantada debido al trabajo, y ella hizo un verdadero escándalo diciéndole que no se casaría, consideraba el matrimonio en realidad como un juego.

-Entonces, ella debería quererte mucho, ¿verdad?

Adrian, al igual que su jefe, Julio, básicamente no consideraba a los demás y trataba a la gente de manera fría y bastante sarcastica. Si su prometida no lo amara, probablemente entonces, no quería casarse con ella.

Somos adecuados el uno para el otro, no se puede decir que haya amor -respondió Adrian.

–

siempre mantengas esa misma opinión en el futuro le dijo Silvia antes de

sus palabras y, por lo tanto, no continuó la conversación. Después de salir de la oficina del presidente, cogió su teléfono

es lo mismo. Cásate

puso nervioso al

vamos de nuevo, sigue de

casarse cuando quiera. Si hubiera sabido que ella era

+ 15 BONUS

de la oficina hasta el mediodía. Ambos mantuvieron la calma y nadie sabía muy bien

muy preocupada por Luis. En ese país, Julio era omnipotente, y muchos de los proyectos de Luis se habían estancado por completo.

pronto como Luis salió, la encontró.

a almorzar juntos.

lamentó realmente no poder estar

que hacer y, además, ¿dijo que

qué se refería su

-Está bien.

recogió sus cosas y siguió a Luis

las secretarias afuera de la oficina del presidente comenzaron a murmurar en voz baja

exactamente esta señorita Orellana qué puede trabajar en la

Ferrer?

Aparte de Adrian, nadie más había podido quedarse a su lado durante mucho tiempo. Pero también había algunos que

es la exesposa de nuestro señor Ferrer.