Despidiéndose de mi amor

Capitola 0251

Nails vid a hills wercarse en ese momento y avanzó hacia #1

Lacas quiere hablar contigo a solas.

Dicho esto, Nadia y los demás se alejaron de inmediato.

tullo se acercó a Larcas:

Fuiste tú quien envió esos mensajes, ¿verdad?

Laicas, con una expresión muy suave, le indicó que se acercara un poco más.

Julio se inclinó ligeramente, y escuchó con atención cómo Lucas hablaba con gran esfuerzo:

-La persona que ella ama soy yo. La persona con la que quiere casarse, jtambién soy yo!

Las manos de Julio al instante se cerraron lentamente, los nudillos se notaron y sus ojos se llenaron por completo de frialdad.

Ahora estaba completamente seguro de lo que dijo Silvia: definitivamente se había equivocado de persona. ¿En verdad ella había confundido a su hermano con él?

¡Qué ridículo, verdad!

Siempre había pensado que Silvia lo amaba a él, lo amaba, muchísimo…

Lucas notó la alteración en las emociones de Julio, pero no se detuvo para nada, con un toque de provocación añadió:

-Su esposo debería haber sido

1. yo.

Si no fuera por el hecho de que la persona frente a él era su propio hermano, podría haberlo asesinado en ese

importa lo que haya pasado entre ustedes, ahora yo soy

Se levantó pensativo:

descansar bien. ¡No vuelvas a caer en

frialdad Julio, luego salió

cuarto. Nadia se

un verdadero milagro, creo que no pasará mucho tiempo antes de que pueda levantarse

Julio no tenía ánimos para bendecirlo, estaba rodeado por completo de

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+18 BONUS

que nunca

el rostro de Nadia, se fue

condujo de regreso a la villa Oasis, con las voces de

de

soy yo. La persona con la que quiere casarse,

Julio le dolia demasiado la cabeza. La falta continua de descanso le estaba

se sentó solo e inquieto en el sofâ, escuchando el suave sonido del viento y la nieve afuera, recordando con claridad todo lo que había sucedido después de comprometerse con Silvia. No le prestaba atención alguna a Silvia, e incluso tratándola con frialdad.

que has cambiado.

en realidad, no era él

amargura. Una copa tras otra, hasta que terminó toda la botella, su dolor de cabeza empeoró. Apoyado en el

mismo:

-¡Me mentiste!

vez debido al alcohol, finalmente logró dormirse.

Silvia, así que compró dos boletos de avión y se