Capítulo 23

Era la tercera vez. Tres veces quise decirselo, pero siempre me cerró la puerta en las narices. Supuse que simplemente no estábamos destinados. También me aliviaba no habérselo dicho; asi, el divorcio sería mucho más sencillo. Puerto Nuevo era tan grande que, una vez divorciados, hasta para encontramos seria difícil. Quizás nunca supiera que tuvimos un hijo.

Leticia, al escuchar mis pensamientos, estuvo de acuerdo y dijo: “El niño no querría tener un padre tan despreciable. Hiciste bien en no decirle.”

Cuando sali del hospital después de recibir el tratamiento, eran poco más de las dos de la tarde.

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Leticia, entrelazando su brazo con el mio mientras caminábamos hacia el estacionamiento, me dijo: “Tul carro lo enviaron al taller número 4 para repararlo, quedó bastante dañado y tomará alrededor de una semana arreglarlo. Una vez esté listo, te acompañaré a recogerlo. Estos dias, si quieres ir a algún lugar, solo llámame y nuestro chofer, Miguel, estará a tu disposición.”

No pude evitar reír y llorar al mismo tiempo preguntándole: “¿Vas a estar pegada a mi todo el tiempo? ¿No tienes trabajo? Tranquila, todavia tengo otro carro

Isaac quizás nunca me dio lo que realmente necesitaba, pero nunca me faltó una casa, un carro o dinero. Pero él no entendía que lo único que yo queria era amor.

“El médico dijo que necesitas seguir en observación por dos dias más en casa, y tú piensas en conducir. Sigue soñando.” Me regañó Leticia.

intentó tocarme la cara, pero al ver la venda en mi frente, retiró

al carro y pronto salimos del

dijo: “Queria acompañarte al cementerio, pero con el susto que te llevaste y estando embarazada, mejor lo dejamos para otro momento. Primero arregla

“Está bien.”

se dirigia hacia mi casa. Pero muy pronto dejaría de serlo. Alguien más ocuparía el lugar que tanto cuidé y borraria todo rastro mio. Isaac probablemente

eran de Isaac. Era la primera vez que me llamaba tanto, justo cuando habia decidido divorciarme. Además, había un mensaje de un número desconocido con una foto. La misma persona que me habia enviado

director de Montes Global Enterprises, aparecía sosteniendo palomitas de maíz y un helado. Y justo a su lado estaba Andrea. La foto era de antes de que despertara en el

junto a la ventana con el móvil en las manos por largo rato. Él

no me supo a nada. Pensando en el niño, me obligué

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Capitulo 23

comer algunos camarones antes de limpiarme la boca con

a

años no eran mucho tiempo, pero mis pertenencias parecian haberse multiplicado. No me gustaba la idea de que otros decidieran qué hacer con mis cosas, ni quería dejar nada atrás para molestar

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