Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 84

Les señalé amablemente una dirección: “Si no quieres que tu hijo sea un bastardo, ve y busca a Isaac, dile que se apure a divorciarse de mi, ¿entendido?”

“No armes un escándalo aqui, si pierdes al niño, perderías una ficha para entrar a la familia Montes.”

“Que alguien le ayude a salir.” Eso fue lo último que le dije a su asistente.

Andrea estaba furiosa, saltando de rabia, pero supongo que también pensó que tenía razón, y se fue-asi sin más. Y la dirección que indiqué resultó ser útil.

¿Cómo lo supe? Bueno, esa tarde recibí una llamada de Isaac.

“¿Qué le dijiste para enfadarla tanto?”

La llamada empezó con una acusación.

Detuve mi trabajo y luego dije: “No dije nada, solo que ella me estaba presionando para divorciarnos y le dije que te buscara a ti.”

Su tono se volvió más grave y preguntó: “¿No te dijiste que se muriera?”

crimen,

ra mis

me sorprendió que Andrea actuara así y mi voz se suavizó: “Lo dije porque me presionó demasiado, ella me insultó diciendo que soy una prostituta que pretende ser decente, una calamidad para padres, y

estaba inventando nada. Era mejor que inventar cosas de la nada, solo

y su tono se volvió

no la

habló con resignación: “Ella ha sido mimada por mi padre desde pequeña, no te tomes

de mi boca haciendo un sonido:

sinónimo de doble estándar. Primero venía a cuestionarme por lo que dijo Andrea, y luego me decía magnánimamente que no le tomara importancia. ¿Por qué no le decía eso a Andrea? Leticia, al enterarse de eso, estaba tan enojada en su cama de hospital que

estos dos? ¡Ni un minero de oro encontraria el tipo de oro que son ellos

tanto gritar, ¿y todavía tienes energía

de agua tibia, para que se hidratara

suya, nada más, intoxicada por comida y

llegué, estaba sola en la cama del hospital con suero, dando lástima. Claro, si no fuera por los montones de leche y frutas que otros pacientes le habían regalado y estaban en la mesita de nocheno sabría que habría pasado con ella. Ser hermosa te hacia popular

Capitulo 84

sus hermosos ojos y luego

hecho, no me enojo.