Capítulo 154

Nunca imaginé que Gonzalo pudiera llegar a ser tan despreciable. Fruncí el ceño y pregunté: “¿Tío conoce la contraseña?”

“Yo, yo temía olvidar la contraseña…”.

La cara de mi tía estaba llena de un arrepentimiento inmenso mientras decia: “Es la misma que la de nuestra tarjeta bancaria en casa.”

Leticia y yo nos sentimos impotentes.

Gonzalo era un experto en engañar y robar dinero. Al tener la tarjeta bancaria, seguro que lo primero que haria seria transferir el dinero. Ya era demasiado tarde para reportar la tarjeta como perdida en el banco. Sin embargo, más allá de eso, habia algo que me preocupaba aún más: “¿Mi tío ha vuelto a apostar?”

“Si…”

nunca quise que supieras cuánto dinero te mandaba cada mes. ¡No puedo creer que ese desgraciado se atreviera a robar

¡Las apuestas son un pozo sin fondo!” Leticia se indigno al escuchar

“Esta vez…”

mi, con una expresión de disculpa: “Definitivamente, tengo que hacerlo. Si me hubiera divorciado años atrás, no habrias tenido que pasar por tantas

si fue el recuerdo de mis padres que incluso antes de morir, se aseguraron de que tuviera un plan de

Si estás decidida a divorciarte y lo has pensado bien, yo encontraré la manera de cubrir los gastos de tu tratamiento. Después de todo, fuiste tú quien me ofreció un hogar cuando más lo necesitaba. Pero si no te divorcias de él, apostar es un abismo, solo puedes saltar tú misma, yo no

Cloé, ya me has dado mucho dinero, los gastos del tratamiento y esos veinte mil, los consideraré como un préstamo. Cuando me recupere, te prometo

“Está bien.”

mi tía, así que acepté. Aunque el costo del tratamiento de mi tía no era una cantidad pequeña, los tres años que pasé en la familia Montes me dejaron con

Leticia estuvo conmigo en el hospital y no se movió de alli. Sin embargo, cada noche, podía sentir que alguien habia do. A veces era un suave beso en la frente,

11:25

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255