Capítulo 223

“…tú, no intentes ni asustarme!”

Gonzalo gritó eso con una mirada llena de miedo y sin esperar mi respuesta, ¡se dio a la fuga! “Está bi

bien, Leti, tengo algo que hacer ahora, te llamo luego.”

Corté la llamada con Leticia y miré hacia Alberto Serrano, quien había estado actuando como si fuera invisible y le pregunté: “¿Así que solo miras cómo tu papá le pega a tu mama?”

Alberto se encogió de hombros y me dijo: “No tengo la fuerza que él tiene, tampoco me escucha.”

Estaba furiosa y no sabia qué decir.

Sin embargo, mi tía, aguantando el dolor, habló: “Alberto, sal un momento, quiero hablar con tu prima.”

“Ah, Okay.”

Después de que Alberto saliera, me acerqué y me senté al lado de la cama preguntando: “¿Ya trataron todas tus heridas? ¿Quedó alguna sin atención?”

“No. Estas heridas solo parecen graves, había doctores y guardias de seguridad impidiéndole que fuera demasiado lejos.”

Mi tía sacudió su cabeza, pareciendo más débil que la última vez que la vi y las lágrimas silenciosamente comenzaron a correr por su rostro diciendo: “Quiero divorciarme de él, pero él no está de acuerdo…”

Suspiré y le dije: “No te preocupes, pensaré en algo.”

Gonzalo no era Isaac, divorciarse de él no sería tan complicado. Pero primero, necesitaba asegurarme de que mi tía estuviera segura y que no la volvieran a golpear.

Mi tia parecia sentirse culpable, tomando mi mano y diciéndome: “Lo siento… Cloé, te he causado tantos problemas.”

“Somos familia, ¿por qué dices eso?” Sacudí la cabeza, mientras pelaba frutas para ella, asegurándome de que estuviera bien, y al verla cansada, me levanté para irme.

Al llegar a la puerta de la habitación, mi tía me llamó: “Cloé…”

y vi la lucha y la vacilación en su rostro, acercándome

“Tú…..”“”

comenzaron a fluir una vez más, después de un largo rato, finalmente habló como si hubiera tomado una decisión muy difícil: “Tengo… tengo

“¿Qué cosa?”

pequeña bolsa de tela de debajo de la cama. Con cuidado abrió la bolsa y sacó un colgante de esmeraldas en forma de conejo. A pesar de que el oro estaba un poco opaco por el paso del tiempo, era evidente que

tia me lo colocó alrededor del cuello, mirándome

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Capon 225

pierdas…”

este colgante es demasiado

“Es tuyo.”

una expresión llena de cosas no dichas, finalmente solo dijo:

“¿Es… es algo que me dejaron mis

dinero, dudaba que pudieran conseguir algo de

como este.

“Cloe…

Miti

momento, luego de colocario, escondió el colgante dentro de mi camisa, evitando mi mirada y me dijo: “Pretende que si.

¿Pretende que si?

dejó confundida, pero mi tia claramente no quería decir más y

mio. Incluso, recordé de repente, que mi signo zodiacal, y el pequeño conejo en el colgante eran iguales. Pero desde que tenía memoria, nunca

tanto, Isaac me

las cosas que me preocupaban, conteste sin dudar: “Hola.”

“Escuché que hubo un problema en el hospital.”

“Si.”

lentamente y le dije:

estaba segura si aceptaria. El día anterior todavía estábamos discutiendo, y en aquel momen internet estaba alborotado sin parar. Quizás no querría ayudarme. Pero aparte de él, no

sobre papel llegaba a travé

me gustaría que me prestaras a dos de tus

tiempo, yo podía

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