Capítulo 288

All verlo llegar, Abril instantáneamente ocultó la expresión de malicia de su rostro, pero aun así mostró su mal humor, murmurando: “Siempre favoreciendo a los de afueral”

Lorena tampoco se mostró tan firme como a

antes y simplemente preguntó: “¿Por qué?”

“Veris, le dije a mi abuela que le llevarla unos vestidos hechos especialmente para ella.“8

Camilo sonrid y luego dijo: “Este fin de semana tengo que llevar a Cloé conmigo para escuchar la opinión de mi abuela. Si tú la haces enojar y ella se molesta conmigo, ¿cómo voy a explicárselo a mi abuela?“!!

Al escuchar eso, Abril frunció el ceño y pregunto: “Vas a llevarla a ver a Lucia Galindo?”

“¿Y eso a ti qué te importa?” Camilo era parco en palabras y no quería gastar saliva.

Abril resopló friamente diciéndole: “Lucia, con su importancia en las tradiciones y la reputación, ¿cómo podria aceptar a alguien… que había sido dejada…?”

“Abril, si mi abuela puede tolerarte, estoy seguro de que señorita Coral será muy de su agrado.”

Incluso frente a Lorena Camilo no dejó espacio para que Abril se defendiera

Lorena, conteniendo su ira, cedió: “Dado el caso, por respeto a ti, dejaremos este asunto por la paz.”

vaya

suave y desinteresada, Camilo prácticamente nos despidió. Esa actitud de no tomar a nadie en serio, era tan frustrante que te hacia rechinar los dientes, pero no te atrevías

a que la madre y la hija se alejaran para agradecerle:

tres comidas.”

arrastro una silla casualmente y se sentó de manera relajada: “Como dije antes, vine a cuidar de tus asuntos

crei y le pregunté Tan generoso te has vuelto?”

hombre nunca se levantaba temprano si no vela beneficios.

chasqued la lengua, arqueando las cejas y diciendo: “Veo que ya me

“¿Qué negocio?”

mi abuela y,

que, hago los vestidos y además te concedo un

la única que salia perdiendo

descaradamente abiertas, muy relajado mientas

interrumpi: “Tengo nombre, es

gustaba llamarme “señora Montes“. Al salir de

“Oh, señorita Coral,

pagaré por los vestidos, pero es que, las damas de Villa del Mar, cuando no tienen nada mejor que hacer, les

Ya entiendo

que implicaba. Los vestidos a medida estarian dirigidos a la clase media–alta, Y la familia Galindo, en Villa del Mar, pertenecia a la élite que todos querian acercarse. Si Lucia Galindo llevaba puestos los vestidos

y le pregunté: “¿Qué es lo que quieres que te prometo?”

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