Capítulo 295

Era muy cómodo relacionarse con ella.

Después de un rato, saqué una cinta métrica de mi bolso y comencé a tomar las medidas del cuerpo de Lucía. Camilo indicó: “Señorita Coral, también debes tomarle las medidas a Fabiola”.

“Por supuesto.” Respondí.

Más personas significan más pedidos de diseño. Eso era exactamente lo que esperaba.

Fabiola agitó la mano diciendo: “No necesito…”

“¡Abuela!” Camilo la interrumpió y amablemente le aconsejó: “Si te niegas, ¿no parecerá que soy parcial?”

“Está bien, está bien”. Fabiola aceptó con una sonrisa y justo después de tomarle las medidas, el mayordomo fue a decirnos que la cena estaba lista. Sin embargo, Camilo recibió una llamada y tuvo que irse por ún asunto urgente. Antes de irse, me entregó una tarjeta de la habitación

Yo tampoco podía quedarme y le dije: “También me estoy yendo, puedo acompañarte.”

“Cloé.” Lucía me llamó con entusiasmo: “No te preocupes por él, quédate a cenar. Después de la cena, puedo pedirle al conductor que te lleve al hotel.”

“Aunque mi abuela es amable, no suele invitar a cenar a extraños”. Camilo sonrió y me preguntó: “¿Podrías hacerme el favor?”

A regañadientes, asentí. La mesa estaba llena de platos variados, la mitad eran alimentos fáciles de digerir para personas mayores, y la otra mitad eran carne de res, cordero y mariscos.

Lucía se sentó primero y me dijo: “Cloé, no te cohíbas, siéntete como en casa, come un poco más”.

acuerdo.” Sonreí dócilmente.

el sirviente trajo un postre. Sin pensarlo, tomé un bocado y me di cuenta

por primera vez aquel día, me habló activamente: “Señorita

“No es eso.”

explicando: “Le tengo alergia al ñame”.

preguntándome: “¿Has

de Fabiola hacia mí de repente se volvió más cercana, y dijo con admiración: “Mi nieta también es alérgica al

Respondí instintivamente: “¿Abril?”

señorita de la familia

entregó a Fabiola una servilleta, diciendo con franqueza, “Vanesa Monroy, la

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solo tú de recuerdas en la

de lagrimas y dijo y Ellja e Ella asal hieti, da niña ada que ayudé es antes dan pequeña,me preocupaba qabaqsobrevobreviviera difusiontonces bla era una obstetragtetra.

sus ojos se pusieron rojos digondiëto mehtablentablemente, esta no tan difícil, nació enda familia

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no era apropiado intervenir. Pero no sabía poriquepalmer alabialabigla así, a poco y dije: Fabiola, la desgraciaryda fortuna vandetafionariza

Villa del Mar.

telefono: “Mañana

a

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ཝུ ཏུ

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