Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 306

e Ventana del

Estaba tremendamente confundida. Si no había sido el, ¿quién los había enviado? De Mundo’s solo habíamos tratado con él…

Mientras lo meditaba, la voz de Omar,tuvo un momento de iluminación al otro lado del teléfono: “Claro, claro, claro, ahora lo recuerdo, fui yo, fui yo! De verdad, le pedi a mi asistente que lo ordenam, probablemente se equivoco, yo queria pedir 99 para desearles a su empresa un gran éxito y prosperidad a largo plazo.”

Por su parte, Omar parecía algo arrepentido y dijo: “999 fue definitivamente demasiado, ¿no les causó algún problema?”

“Ah, bueno…”

Miré las canastas de flores amontonadas desde el elevador hasta el interior de la empresa y sonrei con dolor de cabeza: “Un problema… más o menos, ¿qué tal si hablo con el dueño de la floristeria para ver si podemos devolver algunas? No quiero que gastes tanto.”

“No hay necesidad, no le falta el dinero.”

Omar dijo sin pensar, luego tosió ligeramente y añadió: “Es que… mi asistente está aquí para experimentar la vida, tiene mucho dinero, sacaré el dinero de su bonificación.”

…Está bien.”

Le agradeci de nuevo, intercambiando algunas cortesias antes de colgar,

Leticia se acercó a preguntar: “¿Qué pasó, realmente fue él quien las envió?”

y le expliqué: “Pero fue un error

el ceño, pensativo y preguntó: “¿Cómo pueden confundirse con

preocupes tanto, ¿acaso

le encantaban las flores, y al ver que seguían trayendo más, no podía dejar de sonreír y

factura del dueño de la

floristería y firmé.

cena de la empresa esta noche?

estaba pensando

invité a David con una sonrisa: “¿Tienes

Nancy&Dorcy volvieran a mis manos se lo debia a él. Era natural invitarlo a

flores por todas partes y al cirme, sonrió suavemente diciéndome: “Si tú lo

vez que tenga la hora y el lugar, te

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Capituld 306

“De acuerdo.”

hora y me dijo: “Entonces me voy a

a la oficina, sentándose frente a mi con una mirada Insinuante: “Confiesa, ¿en qué punto están tú

Mientras terminaba el vestido de compromiso de Abril, le

y se mostraba claramente sospechosa: “Imposible, ¡me estás

ella y le dije: “Tengo un acuerdo