Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 354

Una vez que Lorena escuchó, su mirada se desplazó por el salón, identificando a Luis con precisión y arrastrándolo para salir a recibir a los invitados. No pasó mucho tiempo antes de que se escuchara un alboroto en la entrada del salón. Eran Isaac, Omar, y la familia Monroy, de la cual tres de sus miembros los acompañaban a entrar.

Isaac llevaba un abrigo negro, con una mirada distinguida y fría, y un paso firme que denotaba autoridad. Omar, al igual que la última vez que fueron a Nancy&Dorcy, seguía a Isaac por medio paso, pero era evidente la cercanía entre ellos. Eso, sumado a lo que Lorena había dicho antes de recibirlos.

Todos presentes eran astutos como zorros y no había nada que no entendieran. Isaac era el gran jefe de Ventana del Mundo. Nadie más que él. El mismo Isaac con quien la familia Monroy había cancelado el compromiso.

De un día para otro, la familia Monroy lo trataba como a un invitado de honor, sin atreverse a descuidar ni el minimo detalle. Aunque les costara, tenían que tragarse su orgullo. Esa relación, en un momento, creó una atmósfera de tensión, y nadie se atrevió a acercarse a conversar tan fácilmente.

Los miembros de la familia Monroy mostraban expresiones variadas; Abril estaba algo emocionada, Lorena no podía ocultar su excitación, solo Luis se sentia muy incómodo, pero dado el número de personas, no dijo nada.

Habia quienes, curiosos, se acercaban a Lorena para preguntar en voz baja: “Este presidente Montes, seguramente viene por tu hija Abril, ¿no? Después de que cancelaron el compromiso, parece que aún no la ha olvidado…”

“Ay.”

había pensado y su felicidad era evidente: “¿Para qué mencionar el pasado? Fui demasiado impulsiva, casi hago que nuestra Abril pierda esta maravillosa oportunidad…-

“Basta!”

en voz baja, mirando a Isaac y diciéndole: *Presidente Montes, sinceramente, no esperaba que Ventana del Mundo también fuera de su propiedad. Realmente, la juventud supera a la generación anterior. Solo espero

que el Grupo Monroy estaba empezando a

Monroy, ¿de qué indulgencia me habla? Cuando la señorita Monroy nos presionaba, no mostro ninguna

“Eh…”

es joven e impulsiva, actúa sin medir las consecuencias. Les aseguro que no volveremos a mencionar

como doblarse y estirarse. La que más te ha intimidado es Abril, y nadie viene a pedirte disculpas,

no me

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Capitulo 354