Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 337

Al despertar, Elia sintió un dolor agudo en la nuca que le devolvió la consciencia. Se sentó en la cama, tratando de entender qué estaba pasando, cuando escuchó un susurro de un hombre cerca de ella.

Su voz era profunda y magnética, como la de un hombre maduro. Su corazón comenzó a latir más rápido. Giró hacia donde escuchó los murmullos y vio a su lado una cara gentil pero atractiva. El hombre tenia los ojos cerrados y parecía estar pasando por un gran dolor.

Ese hombre era Sergio.

La manta sólo cubría hasta su pecho, dejando al descubierto sus hombros firmes y bien formados. Aunque sólo podia ver un poco, Elia podía decir que Sergio no llevaba camisa. Y más aún, jestaba acostada a su lado!

Esta situación parecia demasiado intima. ¿Por qué estaba el a su lado? No, ¿por qué estaba ella en la cama de Sergio?

El corazón de Elia empezó a latir rápidamente. Intentó levantarse, pero el dolor en su nuca y la debilidad en su cuerpo la obligaron a quedarse donde estaba Sergio abrió los ojos y la vio, y preguntó con una voz fria, “¿Quien eres?”

se giró para mirarlo y explicó rápidamente, Vine a devolverte la chaqueta. Alguien me golpeó en cuanto entré. No sé por qué estoy en tu

apoderó de la habitación. El aire

que

Elia murmuro,

su muñeca y la tiró de la cama La sujeto por

completamente desorientada.

mano. Sergio intentó agarrarla de nuevo, pero

Elia, su mirada era oscura y fría Dile

Asier le habia advertido a Elia que no se acercara demasiado a

“Yo… yo

Asier apareció en la

apretó la mandibula de Elia con fuerza. “¿Qué fue lo que te dije?“, gruño Al parecer tienes mala