Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 661

“¿Qué beneficios hay además de darles un hogar completo a los niños?” preguntó Asier con su voz grave.

Elia trató de controlar el nerviosismo que la mirada de él le causaba y respondió: “Ya no tendrás que buscar una esposa, y yo no tendré que vivir más asi. Es una situación en la que ganamos ambos, no es como si estuviéramos cambiando la res por la ternera.”

¿Cambiando la res por la ternera?

Asier frunció el ceño.

El aura alrededor de el se volvió fria, su rostro endureció y de manera desapasionada dijo. Aun no entiendes tu lugar, Sra. Griera Cualquier mujer puede aspirar a eso, excepto tu.”

La esperanza en los ojos de Elia se desvaneció de golpe, como si una gran piedra le presionara el corazón

Tras un breve momento de tristeza, ella sonrió de rhanera irónica y despreocupada ‘Entendido Disculpa por no entender tus pensamientos, Sr Griera, por no lograr satisfacerte Deberiamos dormir, tengo que trabajar mañana”

Apenas se habia recostado cuando fue jalada hacia él, Elia soltó un grito de sorpresa

En el siguiente instante, Asier la volteó, quedando ella debajo de el g2

puedes satisfacerme.”

“Tu

pero sus labios fueron besados por Asier y

de los arboles danzaban afuera, mientras en la habitación la luz temblaba.

sol se colaba por las cortinas e iluminaba el rostro de

para tapar la luz, frunció el ceño, abrió los ojos, pero los cerró nuevamente debido a la

ojos y miró hacia el lado. La otra mitad

por su mente, haciendo que Elia se sentara de golpe en la cama

de su cuerpo, revelando marcas de diferente intensidad. Ella contuvo la respiración y rápidamente se cubrió nuevamente

apresuradamente, fue al baño, se ducho y se vistio antes de

mesa del comedor ya estaba servido el

acerco y dijo respetuosamente “Srta. Sauri, su desayuno está listo,

están los

al saber que tu y Asier aun estaban durmiendo, comieron tranquilamente su desayuno y se fueron tranquilamente a la escuela” Fabio le informó

amor genuino hacia los

cuatro pequeños llegaron a la Villa Serenidad, la casa se

con Fabio parecia hacer que el tiempo pasara

un poco avergonzada al escuchar esto, los niños que normalmente no tenian en cuenta el lugar ni la ocasión, abora conscientemente no la perturbaban a ella y a Asier

cabeza y se dingio a la mesa para desayunar