Capítulo 1100

Elia decía eso, pero su gesto solo conseguia causarle dolor a Liuva, sin llegar a desgarrarle la boca.

Si realmente hubiera querido arrancarle la boca, simplemente hubiera tomado los extremos con ambas manos y tirado con fuerza hacia afuera. Eso sí habría sido suficiente para rasgarla.

“¡Elia, estás loca! ¡Sueltame ya!” Liuva, con los dientes castañeteando del dolor, seguía con una actitud

desafiante.

“¡Si, estoy loca, y no me meteria en problemas por matarte!” Elia volvió a tirar con fuerza, agarrando el cabello de Liuva hacia atrás con una mano y con la otra estirando su cara con todas sus fuerzas

El rostro de Liuva, ya ardiente por los golpes previos, se retorcia de dolor con cada tirón, y ante la furial de Elia, sabía que si no cedía, Elia podría llegar a matarla.

Liuva era experta en disimular y no tenía escrúpulos cuando se trataba de conseguir lo que quería. Si necesitaba humillarse con palabras para asegurar su bienestar, estaba dispuesta a hacerlo.

“¡Me equivoqué, me equivoqué! Elia, tú eres generosa, no te rebajes a mi nivel. Tranquila, no le diré ni una palabra a mi padre. Si pregunta por mis heridas, diré que fue una pelea con un colega… una disputa entre compañeros de trabajo…”

Al escuchar sus súplicas, la ira de Elia se atenuó un poco y la soltó, sacudiéndose las manos como si le repugnara el contacto.

resoplido, Elia le echó una última mirada de desprecio y se

pero Elia no era irracional al punto de cometer un crimen impulsivo. Si mataba a Liuva, tendría que

madre y también hija; muchas personas dependian de su amor y compañía. No podia permitirse tener

más que odiara a Liuva, no le haría un daño grave.

el piso de mármol, apretándolas hasta que las uñas rasparon la piedra con un sonido desgarrador. El dolor de su rostro y la rabia en

gritar histéricamente: “Ah, Elia, te juro que te

esta humillación!”

del suelo y miró su reflejo en el espejo, viéndose despeinada y

su aspecto desastroso, la ira de Liuva se intensificó, y respiro con dificultad.

mala suerte tengo, primero acepto ese humillante anuncio publicitario por dinero, y ahora me encuentro con Elia aquí. ¡Qué día tan nefasto!”

cuando su móvil sonó. Al ver que la llamada era de Asier, sintió un nudo en el estómago; incluso una llamada suya le

contestó a regañadientes: “¿Qué pasa?”

el enojo que aún la embargaba y respiro como si todo estuviera bien.

1/2

Capitulo

grave y magnética, percibió su respiración agitada, y parecía incluso

luego sonrió amargamente, pensando que su preocupación era por el bebé que llevaba dentro, ¿cómo iba a preocuparse

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255