Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1188

Priscila noto cómo Orson miraba la espalda de Jimena en la mesa de al lado y hasta su tez cambió.

La calidez de Priscila se enfrió de repente, como si un balde de agua fria la hubiera bañado de cabeza a pies, manteniendo su postura cercana a Orson, la tristeza se dibujó en su rostro.

La madre de Priscila, Yeray, al ver a su hija ignorada, se molestó, su semblante se oscureció y le dijo a Marisa: “¿Qué le pasa a tu hijo? ¿No quiere cenar o qué?”

Mansa se apresuró a calmar las aguas con una sonrisa, explicando: “Claro que no es eso, Orson hoy esta un poco indispuesto, tiene problemas estomacales, por eso está pálido. Aunque no se siente bien, quiso venir a cenar con Priscila porque realmente la tiene en mente.”

Al escuchar eso, Yeray se preocupó de inmediato: “Orson, te sientes mal? Debiste decirnos antes, podríamos haber planeado esto para otro dia.”

Orson no presto atención a sus palabras, su mirada estaba fija en Jimena, quien disfrutaba de la comida que Daniel le servia. Se reian y se miraban el uno al otro, especialmente Daniel, cuya mirada. hacia Jimena estaba llena de ternura.

Era civio que Daniel tenia interés en Jimena, y ella respondia en cada ocasión; sus interacciones eran tan cercanas que solo faltaba que se alimentaran mutuamente.

Esa cita a ciegas, claramente, había sido un éxito.

Orson recordo que cuatro días atrás había tenido un encuentro intimo con Jimena y pensó que al Gespertar podrian discutir qué hacer después.g2

Sin embargo, para su sorpresa, Marisa le dijo que Jimena habia tomado dos millones y se había marchado, que ella solo estaba interesada en su dinero.

buscar a Jimena en su automovil, consiguiendo su dirección

a su oficina, le informaron que Jimena no

veces sin obtener

Jimena y descubrió que había ido de

mil

solo quedaban

is decepcionaron

la si queria el dinero. ¿Acaso dos millones eran suficientes

cada interacción entre Jimena y Daniel era como una espina claván her

tro

lugar, dijo Priscila, volviendo en si

iji, irai ente Naim porutal ou un hen ta estuviera, seguia queriendo casarse

cement there repente, votvio a sonreer con su tipica expresión burtona y dijo: “Ya que istamos

mempre

momento, sus palabras

dejando a Priedain stoc

maravillada, amintió rapidamente y dijo:

Capitulo 1188