Capítulo 11

¡Por supuesto, ese pie no podia ser el de Estela!

Ella levantó la mirada y vio a Rafael cortando su bistec con serenidad, su pulsera de platino brillando mientras respondía a Estela sobre el contenido del informe, con una sonrisa juguetona en sus ojos, ignorando completamente lo que estaba sucediendo bajc ia mesa.

¡Este hombre era realmente reservado!

Violeta apretó los puños, mirándolo con los dientes apretados.

Parecía que su advertencia con la mirada no funcionaba, ya que ese pie seguía ascendiendo, rozando su rodilla como si quisiera ir más allá…

Se levantó de golpe.

Rafael y Estela en frente levantaron la vista hacia ella, el primero con total tranquilidad, la segunda con sorpresa. “Hermana, ¿qué pasa?”

Violeta, con el rostro enrojecido y sin poder desvelar la verdad, balbuceó: “¡Voy… voy al baño!”

Luego se dirigió rápidamente hacia el baño.

manos y se mojó

muy fresco en todos los rincones, en

de compras todavía estaba en la mesa, no podía simplemente irse, así que se sentó junto a la

suficiente

limpiándose la boca elegantemente con una servilleta, dijo: “Hermana, ¿por qué

estoy llena,” respondió Violeta, asintiendo con

brazo y le pidió a Rafael con coquetería: “Rafael, hoy el conductor de la casa me trajo

que la estaban usando para su plan.

compras,

a buscar el coche.”

más fuerte que ella, presionó el

encantada, continuó con su plan. “¡Genial, Rafael! Entonces, ¿podrías llevar a mi

nuevamente forzada a entrar por la insistencia de Estela, quien cerró la puerta del coche y corrió a sentarse en el asiento del copiloto, con sus ojos pegados

eso, sin tener que preocuparse de que alguien

acercaban a su antiguo y familiar vecindario, sin un solo semáforo y las calles estrechas haciendo que el tráfico se volviera más lento, Violeta podía leer la sorpresa en los ojos de Rafael a través del espejo retrovisor, como si estuviera diciendo: “¿Vives

en la próxima esquina,

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255