Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 15

Después de soltar esas palabras duras, su expresión cambió radicalmente.

Estela se sentía muy ofendida, “¡Papá!”

Violeta se giró y vio a Francisco e Isabel, quienes habían venido a buscar a Estela en un coche de lujo estacionado al lado

de la carretera.

Isabel cogió a Estela por el brazo, “Mi niña, déjame ver, ¿te has lastimado? ¡Te ves tan pálida!”

Habian estado en la comisaría menos de media hora, simplemente respondiendo a unas pocas preguntas. ¿Cómo podría haberse lastimado?

Violeta observaba mientras ellas actuaban como la madre y la hija más cariñosas del mundo.

Era obvio que Isabel habia traido a Francisco deliberadamente para hacer un gran escándalo.

Viendo a la familia reunida, Violeta pensó en su madre que se había suicidado saltando de un edificio.

Estela era solo dos meses más joven que ella, lo que significaba que Francisco ya estaba engañando a su madre cuando ella todavia estaba embarazada.

“Papá, mamá, tenía tanto miedo, los policías eran tan feroces conmigo”, Estela sollozó dramáticamente. “¡No sé qué habría hecho si tú no hubieras venido a buscarme!”

haber pasado un mal rato”, Francisco acarició a su

con una mirada fría, “¡Desgraciada! ¡Cómo te atreves a llamar a la policía para detener

casa a causar problemas”, se defendió

lejos esta vez. Me disculpé con ella una y otra vez, pero ella se negó a escuchar, ¡insistió en

amor, ¡mira cómo asustaron a nuestra

y Estela se turnaron para acusar a Violeta, logrando que Francisco la mirara

golpearla, Violeta no tuvo tiempo de esquivarse.

recibió una fuerte

contuvo con ella, y su

a Francisco decir, “¡Desgraciada! ¡No esperes ver un

mi dinero!”

las posibilidades de conseguir el trabajo en el

traste.

a ver

tomado su medicina hace poco y se quedó dormida después

la arropó cuidadosamente y

que la anciana había adelgazado aún más en los últimos

del sol a través de la ventana, solo sentía

siempre cumplía

casa, no importó cuánto llorara y suplicara, no sirvió de nada.

las hijas son los tesoros de sus padres, pero parecía que, para