Capítulo 71

“Pum!”

El pequeño paquete pesado produjo un sonido sordo

Rafael frunció el ceño, su tono de voz era desagradable “Si no lo quieres, lo boto entoncest

Dicho esto, se fue a grandes zancadas.

Violeta observó su figura alta y rígida, sin moverse, temiendo que alguien pudiera recogerlo si ella se iba.

Si no recordaba mal, cuando él pagó por la joya, la cantidad era al menos de setenta mil, lo que equivalia al salario de un año para muchas personas Sin embargo, él lo desecho sin dudarlo ni un poco.

Incluso si no era su dinero, Violeta sintió un pinchazo en el corazón.

Ella mordió su labio, “Está bien, lo quiero…”

Al escuchar esto, Rafael se detuvo, se giró y la miró con sus profundos ojos oscuros.

Violeta, sintiéndose derrotada, se acercó al cubo de basura y recogió la pequeña caja de regalo azul. Tenía algunas manchas en el lazo blanco, así que lo limpio cuidadosamente.

Al abrirlo, encontró un collar de llave con pétalos de girasol en su interior.

Era incluso más deslumbrante que en la tienda, con diamantes incrustados por todas partes.

Violeta levantó la mano para tocar el colgante, pero él fue más rápido que ella.

Ella levantó la vista y vio el rostro de Rafael de cerca.

El sin saber cuándo había regresado, estaba ahora inclinado sobre ella. Sintió un toque frio en su cuello, y la llave con pétalos de girasol descansaba sobre su clavicula.

Rafael no la soltó, su mano se deslizó hasta su nuca.

Con un ligero empujón, ella estuvo obligada a mirarlo a los ojos: “Debes usarlo todo el tiempo!”

“Está bien.” Violeta asintió.

“Siempre debe estar en tu cuello!”

“Entendido…”

te lo quites ni siquiera para

“Si…”

ella le prometió tres veces consecutivas que no se

estaba acostumbrada a su impredecibilidad, pero solo se atrevia a

Nunca había usado una joya tan vallosa, y siempre temia que

de la llave y lo escondió dentro de

a

movimientos y una

hombro y habló con un tono mucho más suave que antes, “Vamos,

llegaron, ya habla caldo

a esta ciudad se la conoce como el cruce del mundo, con mucha gente y

apretó fuertemente la mano de Rafael, temiendo perderse entre

nunca habia visto el mundo, todo le parecia fascinante.

en la distancia, “Todavia es temprano,

Violeta asintió

pasear un rato, ella se lamió

pronto como hizo eso, Rafael

mineral con gas. Violeta respondió casi

llevó al borde de un jardin, “Quédate aquí y espera a

Violeta asintió obedientemente.

una Coca-Cola.

en una esquina y de puntillas, como si temiera

moviste a

acercó y le golpeó la cabeza con

se frotó la frente, “¿No me dijiste que debía quedarme aqui y esperarte, que

al menos ella era

tienes!” le pasó el

dio las gracias, y cuando lo tomé, notó que la tapa ya estaba abierta, lista

la sensación que quedaba en la punta de la lengua era diferente a cualquier otra bebida. Parecia extraño, pero

se la arrebataron

tragos y funció el ceño. “Qué diablos

labios, mirando la botella que ya estaba a la mitad, sin saber

botella y levantó la cabeza, cuando una persona que le resultaba familiar pasó por delante

su cuerpo se detuvieron al

cuando volvió a mirar, solo vio a un montón de

sacudió la

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