Capítulo 247

Violeta no había parpadeado ni una sola vez.

Simplemente se quedó alli mirando cómo esa imponente figura se alejaba, hasta que la puerta se cerró.

La habitacion cayó en silencio, como si nada hubiera ocurrido, solo ella sabía lo que acababa de pasar.

Se habian separado.

No como la vez que ella lo propuso, donde añadió un quizás”, indicando que él ya había tomado una decisión.

Pero cuando él pronunció esas palabras, ¿cómo pudo hacerlo sin dudar un segundo?

Ella nunca supo que un hombre podia ser más cruel que una mujer, no era sorpresa que se dijera que una mujer podia proponer separarse mil veces y nunca lo lograria, pero cuando un hombre decide hacerlo, probablemente nunca vuelva atrás

Violeta se desplomo en el sofá, abrazándose el pecho.

Sentia un dolor punzante, como si le estuvieran arrancando el corazón, era un dolor fugaz pero extremadamente agudo.

Si la repentina muerte de su abuela la había devastado, entonces Rafael le había dado un golpe aún más duro. Desde el momento en que se fue de viaje, ella permaneció acostada en la cama mirando a su lejana figura, con un dulce sentimiento de tristeza, esperando todos los días su regreso.

Especialmente en esos dias, pensar en él era la única fuerza que la mantenía en pie.

Pero finalmente regresó, y resultaba que él ya no la quería.

No podia culpar a nadie más que a si misma. Fue ella quien reunió el coraje para buscarlo y proponer una reconciliación.

Violeta miró el anillo de plata que él había dejado sobre la mesa.

También se quitó el suyo, el cual habia dejado una marca alrededor de su dedo después de usarlo durante tanto tiempo

Se rio con amargura y sarcasmo mientras miraba los anillos de plata, tan comunes y baratos, ciertamente no correspondian a su estatus. Tal como él había dicho, ya no le interesaba continuar en contra con Sebastián, no quería perder su posición como presidente del Grupo Castillo, tampoco quería seguir jugando a este juego.

de amor…

No lo culpaba, realmente no lo hacía, respetaba su elección.

Pero Violeta no podia evitar recordar cómo, después de una cena en casa de Francisco, le confesó con melancolía lo que había pasado entre ellos. En ese momento, él la rodeó con sus brazos, y la besó en la frente mientras le consolaba: “Me tienes a mi”

Su voz tranquila aún resonaba en sus oidos, pero todo eso ya parecía de otra vida.

Esa vez, realmente estaba sola.

Violeta enterró su rostro en sus manos mientras las lágrimas seguian cayendo una a una.

volvió

más que ocurriesen grandes tragedias, todo seguía como

presionado. Consideró sus días de ausencia como una licencia por enfermedad, y despues de consolarla, Violeta agradeció y volvió a

12:23 M

ruido de fondo

del trabajo, Violeta tomó un taxi para ir a verla.

trabajaba Antonio. Violeta al entrar, vio a Sebastián, y de repente sonrió, no estaba

de cirugia, pensó que estaria en una habitación normal, pero se sorprendió después de preguntar en el mostrador de enfermeras y ver que fue

una bata de paciente. No parecía demasiado enferma, tenía buen color. Portaba una

cajón y metió la taza de cafe dentro, luego se volteo y fingió estar dormida

y sonrió mientras se acercaba. La pinchó por el costado y preguntó, “¿Marisol? ¡Ay, Violeta, eres tú! Marisol, al oir

¿Quién? Violeta parpadeo.

Marisol se puso un poco roja.

Violeta lo adivinó

leche todos los dias, por favor Estoy harta! Quiero comer pollo frito y papas fritas, pero él dice que es comida basura y no me deja tocarla ¡Este café de leche

de ti, ahora eres una paciente”, Violeta preguntó preocupada desde su silla.

pequeña cirugia de apendicitis hace unos días. Es que cuando escuché sobre lo de tu abuela y fui a verla. me estiré y abri la herida, lo que causó una infección y me provocó fiebre. Pero ahora no es nada seno, los médicos la han cerrado de nuevo. Una vez que la herida cicatrice, podré salir del hospital y volver a estar tan activa como

sentia culpable y dijo: “Es mi culpa,

estábamos en la universidad, tu abuela no nos hacia salsa de carne todo el tiempo? Debería haber ido a verla!” Al final, la voz de

bien…” Violeta forzó una

enfrentar la vida y la muerte. No

“Lo haré”

luego preguntó, ¿Escuché a Antonio decir que Rafael

jugueteaba con sus dedos mientras respondía

a Rafael! Marisol sonrió al escuchar eso.

a continuación y simplemente bajo la vista, todo tipo de emociones revoloteando

la habitación del hospital, Violeta tomó el ascensor para salir, no queria quedarse alli por más

Capitulo 247

ya que no querria toparse con alguien que preferiria evitar.

estaba a punto de salir del edificio del hospital, una limusina se detuvo en la entrada. El conductor abrió cortésmente la puerta y una

largo abrigo de lana blanco, revelando sus

no camino inmediatamente después de bajar,

otra figura alta de un hombre salio del auto, vestido con el habitual traje negro hecho a medida, que acentuaba sus hombros anchos y

bajar del coche, a la vez que exhalaba una nube de humo blanco de sus

otra en negro, creando

pies echaran raices, incapaz

Capítulo 248

a su ángulo, bloqueaban la visión de Rafael hacia

ramo de lirios del auto, que

con ambas

podia ver su expresión, pero sí la

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