Capítulo 402

Pablo ya llevaba treinta años manejando, por eso manejaba con una seguridad que inspiraba confianza.

El Mercedes se detuvo frente al polideportivo, Violeta sacó a Nono de su silla de seguridad y, tomándolo de la mano, se dirigieron hacia el interior, donde, tras pasar las puertas de cristal automáticas, divisaron a Zeus, que con una sonrisa y un gesto amistoso les saludó desde la recepción, donde esperaba con su bolsa de natación.

Parecia que él acababa de llegar y, al verlos, ajustó sus gafas y les saludó con la mano.

En el camino, Violeta había recibido una llamada de Zeus, quien quería encontrarse con ella. Ella le explicó que tenía que llevar a Nono a nadar y Zeus, diciendo que hacía tiempo que no se ejercitaba, se unió al plan.

Desde aquel día en el parque de pesca, cuando Zeus decidió marcharse de improviso, no se habían vuelto a ver. Esa era la razón por la que no había rechazado su invitación.

Nono también vio a Zeus y sus ojos grandes y brillantes como uvas negras giraron de curiosidad.

Recordó el encuentro en el parque de pesca y las palabras de Rafael resonaron en su mente: “¿Quieres que Zeus se lleve a Vivi?”

Alarmado, Nono se apresuró a buscar algo en su bolsillo.

Cuando Violeta se dispuso a seguir hacia Zeus, sintió que Nono tiraba de su mano. Al agacharse, vio a su pequeño mirándola con una expresión ansiosa.

“Vivi, extraño a papá, ¿puedo llamarlo?”, le preguntó con su vocecita tierna.

¡Qué urgencia!

El niño habia olvidado su teléfono….

Violeta asintió ligeramente desconcertada, “¡Por supuesto que sí!”

Sacó su celular, marcó el número y se lo pasó a Nono, quien lo tomó y giró su cuerpo para tener un poco de

privacidad.

Después de que Violeta y Zeus pagaron el depósito y tomaron las llaves de los casilleros, Nono terminó su misteriosa llamada y le devolvió el teléfono obedientemente.

Ella frunció el ceño, pero no le preguntó más y juntos entraron al vestuario.

baño entero relativamente conservador, ya que incluso en un lugar como un polideportivo, no se sentía cómoda

sobre la piscina. Violeta acababa de

buen clima había atraído a muchos nadadores, en su mayoría jóvenes. Algunas chicas vestidas con bikinis se reían

suelo y, junto a Nono, empezó a hacer algunos ejercicios

se estiraba, Violeta percibió una

la entrada. Casi todos los presentes miraban hacia allí, especialmente las jóvenes que recién hablaban de celebridades, que

guapo! No, espera, jes tan varonil!”

un cuerpo como el suyo! Esos hombros anchos y esa cintura musculosa….es exactamente el tipo de cuerpo que las mujeres sueñan

Caput 402

tirarme a sus

por la curiosidad y también

alto y musculoso emergía, vistiendo un traje de baño blanco y negro, ajustado y corto. Sus poderosos músculos eran evidentes, y sus abdominales bien

levantó la vista para ver mejor su rostro, se

ese hombre imponente ya

“¿…Rafael?”

casi se atraganta con su saliva.

lo había visto en ropa interior en su casa, e incluso sin ella, nunca lo había visto en traje de baño. Sus músculos bien formados, especialmente evidentes debido

ignorar…

seguían mirándolo hipnotizadas, siguiendo cada uno de sus

ese momento, aún emocionada, no dejaba de murmurar: “¡Dios mío, mira, hasta tiene los abdominales marcados!”

¡Es pura testosterona andante!

eso, Violeta no pudo evitar

Testosterona andante, militar…

era para

al mirar ese rostro que

pero tenía rasgos profundos y bien definidos, sumado a la estructura de su rostro, y esos

atraer miradas dondequiera que

que nadie; cada vez que extendía la

hacia él,

respondió Rafael con una leve sonrisa

en su mirada bajando la cabeza, una clara señal de aprobación, como diciendo “Ese es

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