Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 470

“Deja esos pensamientos a un lado, ¿cómo podría ser?” Rafael, captando el temor en sus ojos, le dijo con voz firme para tranquilizarla, “La medicina está muy avanzada, y los doctores que atienden a Lamberto son especialistas en el tema, confía en que pronto estará bien.

“S(Violeta asintió con la cabeza

A pesar de sus palabras, su corazón seguia flotando en el aire.

En ese m

momento, Nono salió corriendo de la cocina y se apoyo en sus rodillas, “Vivi, jes hora de comer!”

Violeta le acanció la carita y su inocencia la lleno de calidez. Luego, tomó de la mano a su hijo y a Rafael y se dirigieron al comedor.

Paso toda la noche dando vueltas en la cama, temiendo que cualquier movimiento pudiera despertar a Rafael y preocuparle, mantuvo los ojos cerrados pero casi no pegó ojo.

El Mercedes negro se deslizaba por las calles, con Pablo al volante manteniendo la calma. Mirando por el retrovisor, preguntó, “Violeta, ¿vamos a casa o al Grupo Castillo?”

Habian salido de la villa después del almuerzo y no habían llevado al niño. Aparte de pasar menos de media hora en el supermercado, habian estado vagando por las calles.

“¿Violeta?”

Al no obtener respuesta. Pablo la llamo de nuevo.

Violeta retiró la mirada de la ventana del coche y, mordiéndose el labio, le dijo, “Vamos al hospital..”

Finalmente no pudo resistirse y fue al hospital. El olor a desinfectante la golpeo, estimulando sus nervios al entrar al edificio y presionar el botón del ascensor para ir al piso indicado.

Violeta le pregunto en la estación de enfermeria, “¿En qué UCI está el Señor Lamberto Navarro?”

de Lamberto, los doctores y enfermeras lo conocian bien y

través del cristal, Violeta finalmente vio a Lamberto.

habitación. Tomo aire y le

una bata

dio las gracias y después de desinfectarse y vestirse con

yacia en la cama con una bata de hospital de rayas azules y blancas, con innumerables tubos conectados a su cuerpo y una máscara de oxigeno en el rostro Sus mejillas estaban hundidas y su tez

no esperaba que una enfermedad pudiera debilitar a alguien tan rápidamente.

preparado un café y comentaron que no había

despertar. Ahora, de pie

“¡Violeta, viniste

la vista y vio

y su voz era ronca. Cada palabra que pronunciaba hacía que la máscara de oxigeno expulsara una gran cantidad de aire, revelando su debilidad, “Pensé que estaba alucinando, pero de verdad eres

nego con la cabeza, sus dedos se apretaron con fuerza mientras pronunciaba su nombre con dificultad,

¿Viniste sola o con Rafael?” Lamberto le preguntó, mirando

baja. “Vine sola. Escuché que no se sentia bien, así que pasé a

la barbilla, estaba

mirarla, murmuró con

sabia que él estaba

a buscar al doctor” Quando ela temo de vuelta a la enfermera vo a lo lejos a Melisa y Blanca saliendo del

que se alejó dando la vuelta por el otro extremo del pasillo, de espaldas a

a casa después de

Lucia estaba ocupada en la cocina, pero esta vez el salón

en el suelo, apoyado en el pie de la camo, jugando con la punta de un crayón y garabateando en un papel, mientras

se acercó sin que los dos se

cama y, como si levantara un polluelo, recogió a su hijo y lo puso en