Capítulo 477

Rafael había permanecido junto a la cama de hospital sin moverse desde el dia anterior.

Cumplía su palabra, había hecho que Raúl trajese todos los informes que necesitaba revisar al hospital, convirtiendo una mesa auxiliar en un escritorio improvisado. Pobre Raúl, que tenía que correr al hospital tres veces al día.

No había más remedio, Rafael no queria escuchar razones, tenia que asegurarse personalmente de que Lucio no apareciese de nuevo.

Violeta no se atrevía a decir mucho, temia tocar sin querer un tema delicado y atraer más sospechas infundadas.

Sus ojos se desviaban hacia el jarrón en la ventana. El lirio perfumado de ayer ya había sido desechado y ahora habia sido reemplazado por un ramo de rosas rojas como el fuego, cuyo aroma llenaba todo el cuarto.

La puerta de la habitación se cerró nuevamente después de que Rafael despidiera a la enfermera que había venido a cambiar los vendajes.

No regresó al sofá, sino que se sentó en una silla al lado de la cama, frunciendo ligeramente el ceño, y le dijo, “Vivi, Lamberto ya despertó,”

A diferencia de ella, Lamberto había sido llevado directamente a la unidad de cuidados intensivos después de la cirugía y tenía que ser observado durante 48 horas para asegurarse de que no había peligro antes de poder ser trasladado, parecía que ya era hora.

“¿Está bien?” le preguntó Violeta, mordiéndose el labio.

“La cirugía fue un éxito total, el médico dice que hasta ahora no hay signos de rechazo al hígado, y con el tratamiento adecuado, las funciones hepáticas deberian volver a la normalidad poco a poco”, le respondió Rafael con una voz profunda. Luego, después de una pausa, añadió, “Lamberto se ha enterado del trasplante de hígado y quiere verte.”

Al escuchar esto, Violeta se quedó en silencio por un momento.

Ella solo había donado parte de su higado y, al ser joven, ya podía sentirse bien al día siguiente, pero Lamberto era diferente. Debido a su debilidad y a su edad, todavía tenía que permanecer acostado en la cama y no podía venir a

verla…

Después de dudar en su interior durante un tiempo, asintió lentamente, “Espera a que terminen estas dos bolsas de medicina y luego acompañame a verlo…”

“Claro”, le dijo Rafael con una sonrisa forzada.

Una hora y media más tarde, Violeta y Rafael llegaron a una habitación privada al final del pasillo.

La puerta de la habitación estaba abierta y el médico tratante, con su bata blanca, estaba dentro, parece que estaba tomando la presión arterial a Lamberto. Bianca no estaba, pero Melisa estaba de pie al otro lado de la cama.

ver a Melisa, Violeta se detuvo, con el impulso instintivo

no retrocedió, y tocó

primero en mirar, su expresión cambió a una de emoción y rápidamente hizo señas al

E

ver la situación,

al ver a Violeta, se puso pálida de furia, pero parecía contenerse por algo, frunciendo

respondió Rafael

estaba emocionado y con el pecho agitado en la cama, tomó aire y con las manos temblorosas le dijo a Melisa, “Melisa, ¿podrías darnos un momento,

poco descortés, era necesario después de que

Melisa, claramente molesta,

y le dijo con

marido, se retiró a regañadientes diciendo, “Está

Rafael cerró la puerta detrás de

pies aún rígidos, recibió el apoyo de Rafael, quien le tocó el hombro y la llamó “Vivi”. Al volver la cabeza y ver su sonrisa reconfortante, se

a la cama.

sentarse, la miraba fijamente con sus ojos

mañana después de la cirugía, pero estaba demasiado débil como para hablar y el médico le había aconsejado reposo absoluto hasta que fue trasladado de la UCI

pasado por una cirugia de trasplante hepático

el pedazo de hígado fue

enterarse, Lamberto quedó

la cama, la mirada de Lamberto no se

quería controlar sus emociones, pero en cuanto habló, su voz ya se había quebrado y su garganta se ahogaba, ¿Cómo puede ser posible? ¡Tú eres mi hija, la

durante una escala en Canada, y ya van más de tres meses desde entonces, hemos tenido incontables encuentros, e incluso llegué a saber que ella era tu madre, pero nunca imaginé… que tú también serias mi hija.” Al final de sus

de tristeza

igual

pecho, su voz se suavizó un poco, “También fue por una casualidad que supe que no era hija de

se casó con él, ya estaba embarazada. Demasiadas coincidencias juntas me hicieron sospechar de un posible lazo de sangre contigo, hasta que Rafael

Lamberto como su padre, pero en

embargo, cuando decidió hacerse el trasplante de higado para él en el hospital, ya era una

reconocimiento tacito.

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255