Capítulo 554

En el salón, mientras Melisa y Blanca fruncian el ceño y los demás asistentes miraban con perplejidad, Rafael encendió su laptop y conectó la unidad USB que Raúl le había traído. En la pantalla comenzó a reproducirse un video.

La calidad era borrosa, parecia antiguo, en blanco y negro y con ondas distorsionando la imagen.

La escena capturada mostraba un pasillo de hospital, donde se podía ver el letrero de alguna especialidad médica. Después de que un médico de bata blanca pasara, aparecieron dos figuras en la pantallas.

Una era una joven secretaria, que caminaba con respeto al lado de la otra figura, que llevaba un bolso de marca y vestía como una dama de alta sociedad. Al llegar a la puerta de una habitación, justo donde estaba la cámara, su rostro se volvió más claro-

Era… ¡Melisa!

Todos en la sala quedaron atónitos, con la mirada incrédula centrada en Melisa, que también estaba fijamente observando la pantalla junto a Bianca.

Rafael, con sus profundos ojos cargados de astucia, habló con calma, “Esto es lo que conseguí, las grabaciones de vigilancia del hospital de aquel año.”

Lamberto apartó la mirada de la pantalla de la computadora con dificultad, y su tono suave adquirió un tono elevado.

“¡Melisa!”

El rostro de Melisa, que había mantenido la compostura, empezó a desmoronarse. En cuanto Rafael puso el video en la sala, su expresión cambió y durante los pocos minutos que duró, sus labios se tensaron.

yo!” Melisa ya no pudo negarlo

y continuó con falsa calma, “Sí, en aquel entonces fui al hospital para verla. ¿acaso no es comprensible? Mi marido quería divorciarse de mí por otra

verla?” preguntó Violeta con una voz fría.

Melisa respondió

a mi madre?” Violeta presionó con

mucho, solo hablamos un poco. Le pedí que cuidara bien de

la contradijo de inmediato.

palabras, con una determinación resonando en su tono, Violeta agregó, “Melisa, ¿necesitas que reproduzca la grabación de

y

teléfono, desbloqueándolo con su huella y deslizando el dedo, al parecer para reproducir un audio, y estaba a punto de presionar el botón

todos contuvieron la respiración, Melisa

no podía quedarse tranquila estando casada y aun así tenía que competir conmigo por mi marido? ¡Ya estábamos casados y teníamos una hija adorable y sensata! La felicidad de nuestro matrimonio era envidiable, jocho años

he sido diligente en mis deberes como esposa y nuera. ¿En qué te he fallado? Hice tanto por ti, tuvimos una hija, cuidé de los mayores, atendi la

su mirada se volvió hacia Violeta, su voz y sus ojos se agudizaron en

sedigera al mando de otra, y que sería mejor que desapareciera para que Lamberto perdiera toda esperanza Jaja, en cuanto a que ella decidiera saltar de un edificio, fue su elección, ¡no se puede culpar a

puede culpar a

¿Con ella menos?

estaban

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