Un médico Chapter 31 Camill! que te sucede? puedo ayudarte? gritaba el francés a la bella chica que seguía mal, abrazada al árbol

Largo de aquí! Yo ayudaré a mi esposa! el rugido de del imponente Ceo se escuchó arnenazante y terrible, el chico francés no tuvo más opción que retroceder, ya se había involucrado demasiado, pero para él la hermosa chica valía la pena

Cristóbal no sabía si acercarse, a Camill no le gustaba que la viera vomitar, cuando la vio sentarse para recuperarse un poco se acercó con una botella de agua que bajó de su auto, toma esto te ayudará un poco!

Camill tomó el agua de la mano del CEO, con su temblorosa mano, creo que voy a morir! susurró ella

Tengo suerte pero no creo que tanta, no morirás mujer! solo...solo tienes una infección mal. atendida, vamos al hospital para que te revisen

No! yo quiero ir a casa…. llévame a casa por favor..

Ante la súplica de Camill, Cristóbal no tuvo más remedio que llevarla de regreso a la mansión turquesa, está mujer cada vez está peor pero no quiere ir al hospital! cómo me desespera su terquedad

En el camino la bella ojiverde mar seguía pálida , Cristóbal la miraba de vez en vez, ella iba con los ojos cerrados tratando de regular su respiración

Al llegar, el imponente Ceo bajó de su auto para rodear su carro, viéndola como estaba tan mal la recogió en sus brazos y la llevó a su habitación, Cristóbal la recostó y la cobijó, Camill simplemente se acomodó y de quedó profundamente dormida

El Ceo soltó un suspiro, esta vez te escapaste de mi castigo solo por qué estás enferma mujer! pero la próxima vez nada te va a salvar!

Con la mirada entrecerrada Cristóbal entró a ducharse, hoy sería otro día que tendría que bañarse con agua helada, su Camill estaba indispuesta 

con su Camill pero ella estaba pálida y dormida, el Ceo la abrazó hacía su pecho, no la soltó en toda la noche, el solo

joven tomó un buen baño y se vistió en unos shorts de vestir, una blusa muy femenina y

 

saber mais sobre

la fornida figura del CEO quien estaba cocinando un filete, Cristobal era delgado pero musculoso, su excelente figura y atractivo rostro lo había posicionado

despertaste al fin! cómo te sientes hoy?

a comer! Cristóbal le sirvió un gran filete acompañado de verduras

a preguntar, donde está mi Coca–Cola, la necesito para comer, la

que no vez como estás de enferma y quieres seguir tomando

poquita soda, eres un exagerado

mala gana el hombre entró a la cocina para traer una soda de lata, a Camill le brillaron sus de por

te culparé! ya dámela, pedía la chica embelesada con

tenía

también las verduras Camill! el Ceo era bastante

tierno conejo comiéndose aquellas zanahorias, Cristóbal

salir a dar un paseo Camill? preguntaba el Ceo

descubrirás hasta que estemos allá! _está bien solo déjame subir a lavarme los dientes y vuelvo enseguida dijo la

qué estaba pasando, por qué ella no bajaba? subió a la habitación y no

no le quería decir a Cristóbal por temor

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