El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 126

Coincidencia 

Lo que para la mayoría era un excelente sábado para Silvia Rodriguez no lo era tanto, su humor estaba de los mil diablos, tratando de disimularlo un poco se acercó a Rodrigo 

Buenas tardes Rodrigo! me estaba preguntando por qué no fui invitada al paseo padre e hijo que organizaste? 

Diste justo en el punto Silvia, era un paseo de padre e hijo, ya que tú lo tuviste diez meses para ti sola, tengo la intención de recuperar el tiempo perdido con mi pequeño! verdad que sí precioso? Rodrigo le hablaba a su hijo 

Ya veo, pero Rodrigo no te olvides que soy la madre y soy todo lo que conoce Alejandrito, en una de esas se suelta llorando por mi y no estaré cerca para confortarlo 

hambre, habían llegado a comer un restaurante dónde Rodrigo lo alimentó pacientemente con una sopa de verduras, Alejandrito para asombro del CEO se había comido todo, el padre tenía la impresión de que se había quedado con hambre y le pidió un postre que para sorpresa del CEO también se comió, solo le había robado

qué no se quería separar de su padre, volteaba a verlo y la daba los brazos, Silvia lo regañó, no seas caprichoso niño tienes que obedecer a tu madre! Rodrigo sentía que le jalaban los cabellos, habían pasado una agradable mañana juntos, el padre lo trataba con mucho

CEO ocasionando que Silvia se paralizara, el bebé estaba intranquilo llorando, era como si pudiera sentir la mala vibra de su madre hacía él,

madre se lo que tengo

avanzó unos pasos y se lo quitó de las manos a Silvia, el niño de inmediato le dio los brazos a su padre y se acurrucó en su pecho de nuevo, qué significaba ésto? pensaba el Ceo, le parecía muy

su bebé a la cocina para tomar un vaso de agua, el pequeño tazmanio estaba feliz chupando su manita muy concentrado, Camill los encontró y

qué haces llorar al niño, deja que se chupe la bendita mano mujer! ya la dejará el solo cuando crezca más! Cristóbal mal miraba a Camill, no

cuándo esté bebé crezca y se vuelva caprichoso será tu culpa! Mi bebé no será caprichoso, solo le gusta su mano déjalo ser Camill, míralo es un angelito Camill rodó los ojos, no tienes remedio Cristóbal! la madre aprovechado que padre e hijo estaban disfrutando de su compañía, subió a ducharse, Cristóbal como entre

lo tomó tuvo que soltarlo de nuevo por regreso, el niño estaba ardiendo en calentura, por dios! Lo tomó de nuevo y llegó con el a la habitación conyugal, Cristóbal iba saliendo de la ducha y al ver al bebé algo no

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