El despertar del Dragón

Fue solo después de correr una docena de millas en una sola respiración que Saulo se atrevió a detenerse.

Su pecho latía con un dolor sordo mientras jadeaba con pesadez.

Saulo había recibido toda la fuerza del golpe de Jaime para asegurar su escape.

—No ha terminado entre nosotros, Jaime. Haré que pagues el precio. —Sus rasgos estaban torcidos por la ira, aunque sintió envidia al recordar la cuenta brillante de Jaime.

Nunca antes había visto un instrumento tan poderoso.

—¿Cuántos secretos más tiene Jaime bajo la manga? —Saulo murmuró para sí mismo mientras fruncía el ceño.

Después de recuperar el aliento por varios momentos, Saulo partió con premura una vez más. Tenía miedo de que Jaime lo alcanzara.

Para la gente común, la distancia de varias docenas de millas era quizás larga.

Sin embargo, para hombres como Saulo, solo requería varios minutos para cubrir esa distancia.

ese mismo momento, Jaime ya había entrado en la Torre Pentacarna

tenía ningún interés en perder

los ojos de Cornelio estaban cerrados mientras permanecía tomando el sol en la Residencia Ramos en Villa Monarca, otros asuntos

Justino? —Cornelio le preguntó a su subordinado, quien estaba a su lado—. ¿Y también para ocupar la propiedad de

dándole vueltas a ese tema desde que regresó de Ciudad Zen. Saulo en definitiva no restauró

Saulo por el ambiente sereno de Ciudad Zen era una mentira. Cornelio no lo creyó ni por un segundo, ya que Ciudad Zen estaba

la torre en la Mansión Guillén, Señor Ramos —dijo Justino pensativo—. Cada edificio en la amplia extensión de la propiedad de los Guillén ha sido reconstruido, pero solo esa torre sigue teniendo un aspecto antiguo. Es posible que Saulo fuera por

la misma conclusión —respondió Cornelio—. Sospecho que hay más en esa torre de lo que parece. Nunca había visto esa torre en mis numerosas visitas a Mansión Guillén; Creo que solía ser un apartamento antiguo. Incluso le pregunté a Calixto por qué tenía un edificio tan antiguo en su terreno y me dijo que ese era el santuario de la Familia Guillén y que no podía demolerlo.

se puso de pie de repente, con los

nuestros hombres de

estaba decidido a hacer un viaje a Ciudad Zen y descubrir el secreto

que los secretos de

los Noguera eran una familia prestigiosa en Ciudad de Jade, no

justo cuando Justino estaba a punto

en el patio que solicita una audiencia con usted, Señor Cornelio