El despertar del Dragón

Un suave resplandor brilló en el cuerpo de Jaime, haciendo que la intensidad de su aura se redujera de forma significativa. Su sentido espiritual también se tambaleó en cuanto la luz le iluminó.

La pagoda cayó del cielo. Sin embargo, en ese momento, los ojos de Jaime brillaron. Su sentido espiritual se recuperó y su aura comenzó a condensarse en su interior.

—¡Detente!

Justo cuando la pagoda estaba a punto de aplastar a Jaime, Heliodoro apareció de repente de la nada y se puso al lado de él.

Ante esa visión, Lázaro agitó su mano. La pagoda, que flotaba en el aire, desapareció de inmediato.

—Papá, ¿qué estás haciendo?

Heliodoro miró a su padre con total perplejidad.

Detrás de Heliodoro iba una mujer de mediana edad. Era evidente que era la madre de Heliodoro.

También miró a Lázaro desconcertada al ver la Residencia de los Delgado en ruinas.

—¿Qué está pasando, Lázaro?

de Lázaro se ensombreció al

por la situación aquí.

daño a Jaime? Si no aclaras este asunto,

saber con exactitud qué había pasado. Lázaro y Jaime se llevaban bien antes de

sabía cómo explicar las circunstancias

bien la

no habría inventado una excusa para atraer a

padre quiere la esencia dragoniana de mi cuerpo para regalártela

rostro de Heliodoro se contorsionó de rabia nada más al escuchar

que dice Jaime es

Tus habilidades todavía se consideran las más débiles entre las generaciones más jóvenes. Hay mucha gente que se burla y

seguir actuando como un hombre poderoso en Ciudad

eso. Independientemente del nivel de mis habilidades, al menos las adquirí con mi propio esfuerzo. No necesito robar las posesiones de otros para

Sin embargo, en mi opinión, eres inferior a ellos. Aunque sean unos sinvergüenzas, siguen siendo mejores que tú, ¡un hipócrita! ¿Planeaste esto todo el tiempo? ¿Me pediste que trajera a Jaime aquí y luego me alejaste

—¡Bast*rdo!

que su hijo se atreviera a criticarlo de esa manera. Levantó el brazo, queriendo

madre de Heliodoro tiró

golpear a Heliodoro, te enseñaré