El despertar del Dragón

—¡Señor Forero! —Jaime se apresuró a ayudarle a levantarse.

—E…Esta energía restrictiva es demasiado poderosa —comentó Forero mientras su expresión se volvía sombría.

—Descanse un poco. Yo subiré las escaleras —se ofreció Jaime.

Antes de que pudiera salir, Forero lo detuvo rápido y le pegó un amuleto en el cuerpo.

—Ten cuidado. Cuanto más lejos vayas, más fuerte será la energía restrictiva. Si no puedes aguantar más, baja. No importa lo valioso que sea el tesoro, es más importante seguir vivo —le recordó Forero.

Jaime puso una expresión solemne y asintió con gravedad. Respiró hondo antes de poner el pie en el primer escalón.

Al instante, su cuerpo comenzó a brillar, indicando que su Cuerpo de Golem había surtido efecto para defenderse del horrible poder.

A medida que la fuerza de Jaime aumentaba, su Cuerpo de Golem brillaba más.

Forero se ponía cada vez más nervioso mientras miraba a Jaime: no tenía ni idea de si éste era lo bastante fuerte como para subir a lo alto de la escalera.

Con la ayuda del amuleto pegado a su cuerpo y la defensa del Cuerpo de Golem, Jaime fue capaz de caminar de forma rápida sin ninguna restricción.

tomó velocidad como si la restricción fuera inútil

suspiró

de la escalera, Jaime

un sudor frío se formó en sus

¡Boom!

repente, el amuleto del cuerpo de Jaime estalló en llamas y pronto se redujo a cenizas. Apretando la mandíbula,

estaba inclinando. Cada paso que daba dejaba una profunda

montaña lo inmovilizara y se asfixiara. Aun así, no se detuvo mientras apretaba los dientes

pedazos y desapareció. Sus músculos

quedaban nueve escalones, pero Jaime sentía que todo su cuerpo estaba

El sudor recorría su cuerpo y se volvía rojo al

estremecía con violencia. Le costó toda su fuerza

que era,

si no puedes

mandíbula y avanzó como si no hubiera escuchado a Forero

hacia el suelo y dejó un rastro tras

—¡Ah!

sintió como si le hirviera la sangre. Sus venas estaban a punto de ser aplastadas. Dejando escapar un estruendoso rugido, liberó toda su energía