El despertar del Dragón

Más de diez auras se juntaron, haciendo que todo el palacio retumbara y temblara como si estuviera a punto de derrumbarse por la abrumadora energía.

El cuerpo de Jaime brillaba mientras llevaba su Cuerpo de Golem al límite. También había activado y envuelto su cuerpo con el Poder de los Dragones.

—René, aprovecha esta oportunidad y abandona este lugar con Heliodoro. No serías de ayuda, aunque te quedaras —le dijo Jaime a René con un tono bajo.

—No quiero irme, Jaime. Quiero quedarme aquí y luchar a tu lado hasta el final. —A René se le llenaron los ojos de lágrimas y negó con la cabeza.

—Jaime, será un honor para mí morir a tu lado. Yo tampoco me iré —Heliodoro también sacudió la cabeza.

—Ustedes dos sólo me distraerán permaneciendo aquí. No hay garantía de que muera. Una vez que ustedes dos se marchen, podré luchar sin preocupaciones. Entonces, tendré la oportunidad de escapar —pronunció Jaime con voz grave.

Heliodoro y René se quedaron pensativos después de escucharlo.

«Tal vez Jaime tenga razón. Sólo le agobiaremos quedándonos aquí».

Percibiendo su silencio, Jaime agregó:

—Heliodoro, dejaré a René a tu cuidado después de que ustedes dos salgan de este lugar. Llévala a la Secta del Dios de la Medicina.

Me ocuparé de ello si conseguimos salir de aquí. —Heliodoro

No quería abandonar a Jaime y dejar que

te reúnas con ellos, no les divulgues ninguna información, en especial mis circunstancias. No quiero que se

con firmeza. Sólo

espiritual seguía intensificándose para resistir la presión

haga un movimiento contra mí debe tener esto en cuenta. Mientras sobreviva a esto, me aseguraré de que todos paguen el precio de

mirada de

escalofríos al cruzarse con sus

contra ti, el mundo de las artes marciales de Ciudad

—En ese caso, adelante.

Espada Matadragones apareció en su mano al instante. Al

a sus enemigos de forma efectiva eliminando a su líder.

ligera la aterradora energía de la espada de Jaime. De inmediato liberó su energía marcial, haciendo que

momento, la bola negra del cuerpo de Sion empezó a

¡Bum!

estrelló contra Sion, haciéndole retroceder unos pasos tras el impacto. La capa de brillo