Mientras tanto, en la residencia Duval de Ciudad de Jade, Edgar acababa de terminar de absorber el último núcleo de bestia. Se produjo un cambio inmediato en su aura.

En un mes, Edgar había conseguido un avance tras otro y había alcanzado los poderes de un marqués de artes marciales de quinto nivel.

Incluso Rigoberto no era nada comparado con él. Sin embargo, eso no se debía a que Edgar tuviera talento. Fue la combinación de su espíritu y sus amplios recursos lo que condujo a la repentina mejora de los poderes de Edgar.

—¡Edgar, esto es increíble! Tu poder ha aumentado con tanta velocidad. Eres un genio. ¡Nunca he visto a nadie que cultive tan rápido! —dijo Rigoberto emocionado.

Desde que Rigoberto entró en contacto con el espíritu de Edgar, se llenó de envidia.

Rigoberto deseaba tener también un espíritu unido a él. Eso sin duda facilitaría mucho el cultivo.

—Papá, es una pena que no tengamos suficientes recursos. Si no, podría llegar a ser aún más poderoso —dijo Edgar con arrogancia.

Rigoberto frunció el ceño. Edgar había utilizado para sí todos los núcleos de bestia que habían conseguido esta vez. Rigoberto había buscado los recursos por todas partes y le había dado todo lo que había encontrado a su hijo. Sin embargo, seguía sin ser suficiente para satisfacer las necesidades de cultivo de Edgar. Eso puso a Rigoberto en una posición difícil.

Justo entonces, Giovanni se acercó y sintió el aura en el cuerpo de Edgar. Sintió envidia.

En ese momento, había un mundo de diferencia entre Edgar y él.

—Enhorabuena, señor Duval. Su poder ha aumentado de una manera increíble —dijo Giovanni con respeto.

—Giovanni, ¿qué quieres?

Cuando Rigoberto vio a Giovanni, supo que éste debía estar buscándolo.

pero tras una mirada a Edgar, su voz

vio eso, supo lo que Giovanni quería decir. Debía de tener algo que ver con su hermana Beatriz. Durante todo este tiempo, Edgar no había sabido nada de ella. Por lo tanto, Giovanni no se atrevía a mencionarla delante de

pareció notar algo

me están ocultando

eres mayor y

hablar, empezó a contarle la verdad a Edgar e incluso lo llevó al calabozo de

ver a Edgar. Después de tantos años, Beatriz sólo había visto a Rigoberto y a unos pocos más. Rigoberto nunca había llevado

Beatriz parecía estar en estado de

hobío un mundo de

oumentodo de

—Giovonni, ¿qué quieres?

supo que éste

Duvol... —Giovonni gritó, pero tros uno mirodo o Edgor, su voz

todo este tiempo, Edgor no hobío sobido nodo de ello. Por lo tonto, Giovonni no se otrevío

poreció notor olgo

dos me están

que eres moyor

contorle lo verdod o

ver o Edgor. Después de tontos oños, Beotriz sólo hobío visto o Rigoberto y

ver o Edgor, Beotriz porecío estor en estodo

tía. Lleva más de veinte años encerrada aquí —dijo Rigoberto

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255