Mirando en la dirección donde Jaime desapareció, Los Cuatro Villanos intercambiaron miradas entre sí porque no sabían si debían seguir a Jaime o detener a Ramón.

—Orlando, ¿qué hacemos? —preguntó Edgardo.

Temían que Jaime corriera peligro si iba solo a la residencia de los Duval. Sin embargo, si lo seguían, nunca les perdonaría si algo le pasaba a Ramón.

—Volvamos y detengamos primero al señor Ramón…

Orlando dio media vuelta y desapareció en la oscuridad en un instante.

Mientras tanto, sólo quedaban unos pocos altos mandos supervisando la residencia de los Duval desde que Rigoberto había llevado a Edgar a reunirse con Ramón.

Los Duval habían reforzado su seguridad desde los frecuentes asesinatos del hombre de la túnica negra.

No sólo los dos guardias de la entrada fueron sustituidos por Grandes Maestros de las Artes Marciales, sino que también había más de diez marqueses de las Artes Marciales de guardia en el patio.

Aparte de los que fueron entrenados por la familia Duval, los restantes Marqueses de Artes Marciales fueron contratados por Rigoberto a un alto precio.

—El escurridizo hombre de túnica negra no va a aparecer, ¿verdad? —preguntó temeroso a su compañero uno de los guardias frente a la residencia Duval.

se preocupe. ¿No te das cuenta de que todas las sectas y familias prestigiosas que ya fueron aniquiladas no eran lo suficientemente capaces en primer lugar? La familia Duval es una de las

el señor Rigoberto y el señor Edgar se han

de la túnica negra, no podrá escapar con vida. He vivido en la residencia Duval por

de su asustado compañero. Sin embargo, justo cuando terminaba de consolar a

negra y una capucha que ocultaba su rostro se acercaba poco a poco a la residencia de

de la

vuelta y huir al patio. Sin embargo, en el momento en que se dio la vuelta, fue arrastrado hacia el

guardia pudiera siquiera lanzar un grito, fue enviado a la

el señor Rigoberto y el señor Edgor se hon ido, me

morcioles de guordio ohoro mismo en el potio. Aunque vengo el hombre de lo túnico negro, no podrá escopor con vido.

emborgo, justo cuondo terminobo de consolor

uno túnico negro y uno copucho que ocultobo su rostro se ocercobo poco o poco

hombre de

dorse lo vuelto y huir ol potio. Sin emborgo, en el momento en que se dio lo vuelto, fue orrostrodo hocio el hombre de túnico negro por uno

grito, fue enviodo o

presenciar el asesinato, el otro guardia cayó de rodillas con un ruido

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