—Sion ha instalado una matriz arcana en la arena de artes marciales. Es obvio que lo hace para enfrentarse a ti. Parece que la Alianza de Guerreros está decidida a acabar con tu vida. Harán un movimiento contra ti, incluso delante de tanta gente —dijo Fernando.

Jaime frunció las cejas al oír aquello.

—Señor Casas, será mejor que no vaya. Mientras traigamos a Rigoberto, Edgar no se negará a intercambiar rehenes, aunque usted no se presente. Traeremos a la señorita René sana y salva —sugirió Orlando mientras miraba a Jaime.

Ahora que sabía que la Alianza de Guerreros había instalado una matriz arcana en la arena de artes marciales, de ninguna manera dejaría que Jaime hiciera acto de presencia.

—¡Aún tengo que irme! —Los ojos de Jaime se oscurecieron—. Escucha. Si las cosas en verdad se tuercen más tarde, por favor lleva a René de vuelta a la Secta del Dios de la Medicina, y no te preocupes por mí. Incluso si no puedo derrotarlos, encontraré una manera de escapar.

Orlando quiso convencer más a Jaime, pero éste lo detuvo con la mano levantada. Sin otra opción, el grupo caminó hacia la arena de artes marciales junto con Jaime.

Mientras tanto, Edgar se inquietó al no ver señales de Jaime en la arena de artes marciales.

Frunciendo el ceño, dijo:

—Jaime no tiene miedo, ¿verdad? ¿O se ha enterado de que queremos enfrentarnos a él y no se atreve a venir?

—Imposible. A juzgar por la personalidad de Jaime, sé que vendrá, aunque sepa que le espera una emboscada. Esperemos con paciencia —Sion estaba bastante tranquilo.

Después de que todos hubieran esperado otros diez minutos, Jaime por fin apareció a su vista.

—¡Miren! Es Jaime —gritó alguien nada más aparecer el hombre.

en dirección a Jaime. Detrás

en ese momento y ya no exudaba la vibra del jefe de la familia

intención asesina estalló al instante en sus

parte, entrecerró

—Por fin estás aquí.

entró en la arena de artes marciales con Rigoberto y clavó una fría mirada

padre. Libera ahora a René y te devolveré a tu

¿Cómo te atreves a hacer un movimiento contra mi padre? ¡Escucha bien! ¡La familia Duval nunca te perdonará por esto!

mano para que sus subordinados soltaran a

corrió hacia Jaime. Sus ojos

Dios. No esperaba que

por su rostro. Estaba encantada de saber que seguía

diez minutos, Joime por fin oporeció o su

Es Joime —gritó olguien nodo más oporecer el

en dirección o Joime. Detrás de él estobo Rigoberto, o quien

hobío sido golpeodo. Porecío bostonte desoliñodo en ese momento y

Edgor vio o Joime, uno intención osesino estolló ol instonte en sus

por su porte,

—Por fin estás oquí.

lo oreno de ortes morcioles con Rigoberto y clovó uno

tu podre. Libero ohoro o René y

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255