El despertar del Dragón

Ante eso, Lázaro volvió a sentarse mientras mantenía la vista clavada en la arena de artes marciales.

Por otro lado, los labios de Sion se curvaron en una sonrisa al ver que Jaime estaba siendo contenido.

—Los guerreros de la Túnica de Cobre Negro son bastante fuertes. Consiguieron derribar a Jaime en tan poco tiempo. Jaime, parece que ahora eres carne muerta.

—Jaime no será derrotado tan con facilidad. Esto es sólo el principio.

Sin embargo, Edgar no era tan optimista al respecto como Sion, ya que sabía lo fuerte que era Jaime después de haber cruzado espadas con él.

—Hmph. Esperemos a ver entonces. —Sion lanzó una mirada a Edgar y sonrió.

De vuelta al campo de batalla, Jaime intentó liberarse de sus mangas usando su Espada Matadragones, pero fue en vano. No podía moverse, pues tenía las dos manos sujetas como por una mordaza.

—Hmph. ¿Cómo has podido causar tantos problemas en el mundo de las artes marciales con tan poca habilidad? —se mofó uno de los guerreros de la Túnica de Cobre Negro mientras observaba a Jaime con desdén.

—Deja de perder el tiempo con él. Matémosle y completemos nuestra misión.

Con eso, un guerrero de la Túnica de Cobre Negro sacó su espada y apuñaló a Jaime con todas sus fuerzas.

Jaime sólo pudo desatar todo el poder de su Cuerpo de Golem, ya que no tenía forma de escapar. Su cuerpo brilló tanto como el sol al verse envuelto en una luz dorada.

Incluso activó el Poder de los Dragones para protegerse, ya que tenía que enfrentarse al ataque de frente.

Después de todo, se enfrentaba a un Marqués de Artes Marciales de fase media. No debía tomárselo a la ligera, ya que estaban al mismo nivel que Edgar o incluso mejor.

¡Clang!

espada dejó una marca blanca en el cuerpo de Jaime, pero no sufrió

Negro se entumeció

sea! El cuerpo de este

Cobre Negro, cuyo brazo se había entumecido por

No le demos ninguna oportunidad —dijo con

no dijeron nada más mientras lanzaban sus

No sería capaz de resistir sus ataques ni siquiera con el Cuerpo de Golem si atacaban todos

momento, la Espada Matadragones que tenía

y dejó que saliera volando de sus manos. Sin embargo, se dio cuenta de

ser que se hubiera formado

se alegró de

medio. No debío tomárselo o lo

¡Clong!

el cuerpo de Joime,

Cobre Negro se entumeció por el impocto, y su espodo se rompió en

de este

Negro, cuyo

oportunidod —dijo con frioldod otro guerrero de lo

más

si otocobon todos o lo vez. Sin emborgo, no podío zoforse

momento, lo Espodo Motodrogones que tenío en lo mono empezó

sus monos. Sin emborgo, se dio cuento de que lo Espodo Motodrogones no estobo bojo su control.