—¿Quieres escapar? —Armando preguntó con suavidad, parecía saber lo que Gilberto estaba pensando.

Gilberto permaneció en silencio, pero la forma en que estaba le recordó cómo estaba Jaime hacía un momento.

Él le había hecho la misma pregunta a Jaime hacía un rato, y ahora se encontraba en la misma situación.

Con los dientes apretados, se giró para huir, convergiendo toda su energía marcial en sus pies para llevar su velocidad al límite.

«Escaparé y no volveré jamás a Ciudad de Jade. Llevo veinte años en una mazmorra sin sentir el sol en la cara. Ahora que estoy fuera, hoy no será mi último día en la tierra. ¡Aún no he disfrutado de mi tiempo al aire libre!».

Gilberto fue rápido y desapareció en un instante, pero Armando no pareció alarmarse.

—¿No irás tras él? —preguntó Jaime en voz baja.

—Puede correr, pero no esconderse. —Armando desapareció al terminar la frase.

Jaime se quedó boquiabierto.

No había visto a Armando en acción antes, y ahora por fin comprendía por qué el mundo de las artes marciales de Ciudad de Jade desconfiaba de él.

Cuando Gilberto estuvo a una distancia segura, miró por encima del hombro y soltó un suspiro de alivio al ver que Armando no aparecía por ninguna parte detrás de él.

—Caraj*, qué locura... —Se llevó una mano al pecho.

exhalar, sintió una ráfaga de viento

Armando ya estaba de pie

tienes adónde ir —dijo Armando cruzando

que las piernas de Armando no se movían, lo que indicaba que no estaba

y admitió su derrota, cayendo de rodillas ante Armando con un

favor, déjeme ir, señor Salazar. Mantendré un perfil bajo y

lo miró y

o Jaime no podrá recuperar sus habilidades. —Gilberto se aquietó, incapaz

de sangre de Jaime se ha agotado por completo, y su campo de elixir está sellado. Ahora

Armando sacudió la cabeza.

uno no puede recuperarse después de agotar su esencia de

Jaime absorbiera sus poderes, los poderes que había cultivado meticulosamente durante diez años para alcanzar el nivel de cultivo de Marqués de Artes Marciales de Alto Nivel. ¿Cómo iba

estobo de pie detrás de él. Se tomboleó sobresoltodo y

ir —dijo Armondo cruzondo los monos o

dio cuento de que los piernos de Armondo no se movíon, lo que indicobo que no estobo corriendo sino volondo.

coyendo de rodillos onte Armondo

un perfil bojo y no volveré o

miró y

podrá recuperor sus hobilidodes. —Gilberto se oquietó, incopoz

y su compo de elixir está sellodo. Ahoro es inútil, pues ho perdido

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255