No fue sino hasta entonces que Armando se volteó lentamente para encarar a Gilberto.

—No puedes matarlo.

—¿Por qué? —Gilberto se sobresaltó.

—Porque yo llegué, así que no puedes matarlo —respondió Armando con tono despreocupado.

—¡Hmph! No tenía ninguna oportunidad contra ti hace veinte años, pero ahora las cosas han cambiado.

El aura de Gilberto surgió en un instante.

—Podría haberte matado hace veinte años, y eso se mantiene hasta hoy.

Armando mantuvo la compostura mientras hablaba en tono despreocupado. A pesar de su calma, su actitud era firme.

Gilberto tenía una expresión taciturna mientras empuñaba su espada de cabeza de tigre. Sin embargo, la frialdad de Armando le revolvió el estómago y no tuvo valor para atacarlo.

Tras unos instantes, envainó la espada.

—No mataré a Jaime ya que tienes intención de salvarlo. Es la Alianza de Guerreros la que lo quiere muerto de todos modos, así que no voy a arriesgarme a enfrentarme a ti por su petición.

Con eso, se dio la vuelta y se dispuso a marcharse.

No le guardaba rencor a Jaime y sólo había sido contratado por Sion, así que pensó que no valía la pena arriesgarse a un enfrentamiento con Armando.

Todo era porque no estaba seguro de tener alguna posibilidad contra Armando.

permiso para irte?

Gilberto se sobresaltó.

es lo que quieres?

—Armando respondió

eso en su cabeza. La corta frase lo hizo estremecerse y vacilar hacia

Ninguno de los dos saldrá ileso de esto si estalla una pelea. —Gilberto estudió

—Armando se rio

eso, su aura

llena de abrumadora sed de sangre. En ese momento, era la encarnación

que desprendía estremeció a

creciente de Armando, Gilberto retrocedió

más le daré problemas. Además, viendo que el mundo de las artes marciales ya está convulsionado, supongo que no tienes motivos para matarme sólo porque soy un Cultivador Demoníaco, ¿verdad? Si vas a hacer eso, significa que tu organización va a tener que acabar con la mitad de la población del mundo

rogó a Armando que tuviera

parlotear.

había tomado

cabeza de tigre en una serie de movimientos frenéticos. Su increíble aura

Lo corto frose lo hizo estremecerse y vocilor hocio

soldrá ileso de esto si estollo uno peleo. —Gilberto estudió con

se rio entre dientes—.

eso, su

iniciol se desvoneció poro revelor uno lleno de obrumodoro sed de songre. En ese momento, ero lo encornoción

osesino que

de Armondo, Gilberto retrocedió tomboleándose

los ortes morcioles yo está convulsionodo, supongo que no tienes motivos poro

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255