El despertar del Dragón

—¿Un Alma Naciente de unos veinte años? —Tigris se quedó atónito por un momento—. Si esto fuera durante la antigüedad, no habría sido nada extraño. Pero en el mundo actual, un genio así es demasiado raro…

Después de contemplarlo un rato, Tigris volvió a hablar.

—No le hagas caso. Mientras no cause problemas, déjalo en paz... Por cierto, la energía de la fe ha mostrado signos de declive últimamente. ¿Es así como haces las cosas? Eres incomparable a tu hermano —dijo Tigris en tono gélido.

Al escuchar eso, Timeo se estremeció. Suplicó:

—Me ocuparé de ello ahora mismo. Por favor, perdóname, Tigris…

—Vete. Si no sirves para este puesto, deja que otros lo ocupen. —Tigris despidió a Timeo con un gesto de la mano.

Timeo se marchó a toda prisa con el sudor frío goteándole por la cara.

Mientras tanto, Tigris se adentró en un valle situado detrás de su residencia. Una enorme estatua estaba colocada justo en el centro del valle.

La estatua parecía antigua. Se había desgastado con el paso de los años y empezaba a mostrar signos de deterioro.

y majestuosa no se veía oscurecida lo más mínimo a pesar de

un cojín de meditación. Con respeto, Tigris se arrodilló

al palacio, convocó una reunión con todos los Grandes

no lo hagan serán desterrados

no tardaron en organizarlo todo tras recibir

dejaron a un lado lo que estaban haciendo y se dirigieron al templo más cercano

estaba comiendo cuando vio que todos dejaban de hacer lo que estaban haciendo y salían corriendo. Sintió

fue a mucha gente entrando en un templo. Hicieron su culto y se

entrar en el templo junto con la multitud, Forero se sorprendió al ver que el objeto de culto no era ninguna deidad en particular, sino una ambigua

a una estatua de piedra? ¿Esta gente no son cultivadores? ¿Por qué iban a adorar una estatua de piedra

adoras? ¿Quieres ser exiliado de Isla Encanta? —Un anciano de más de setenta años habló cuando se dio cuenta de

seguido, Forero se arrodilló a toda prisa e inclinó la cabeza dos veces en señal de adoración. Sin embargo, sin que él lo supiera, ¡una brizna de

salió del templo con

una estatua de piedra y no a deidades? Además, ¿por qué todo el mundo se precipitó de repente al templo como si acabaran de recibir una orden? —preguntó Forero con curiosidad mientras sacaba un cigarrillo

cigarrillo, el anciano miró a Forero