El despertar del Dragón

—Todos, tengan cuidado. Esta niebla ha sido creada por una matriz arcana.

En ese instante, la cara sonriente de Forero fue reemplazada por una mirada solemne.

En cuanto a las chicas, adoptaron un estado mental vigilante mientras avanzaban con cuidado.

—Señor Torres, ¿todavía recuerda el lugar que mencionó? —preguntó Jaime a Dago.

Le preocupaba que la niebla hiciera que Dago se perdiera.

—Señor Casas, no se preocupe. Puedo encontrarlo con los ojos cerrados.

Aunque sólo había estado allí dos veces, Dago confiaba en encontrarlo gracias a su gran sentido de la orientación.

Asintiendo con la cabeza, Jaime invitó a Dago a que lo guiara.

Después de caminar durante más de una hora, notaron que la niebla empezaba a disiparse, revelando la montaña nevada que tenían ante ellos. Si uno miraba hacia abajo desde el cielo, podía ver que la montaña estaba rodeada por un anillo de espesa niebla.

La niebla había confundido a muchos aventureros, haciéndoles perder el camino.

el pie oriental de la montaña es donde muchos desaparecieron misteriosamente —comentó Dago mientras señalaba

cabeza, Jaime se volvió hacia Isabel y las chicas—. Todas deben de quedarse aquí, pues el viaje que nos

Jaime sacó las provisiones de su Anillo de Almacenamiento y a toda velocidad armó la

y Lilia se mostraron reacias a quedarse. Sin embargo, Cecilia e Isabel,

la cabeza, Jaime, junto con Forero, Gilberto, Ana y Andrés, se dirigieron al lugar donde se

ir contigo. En caso de peligro, podré

intención

Artes Marciales, era más

de utilidad

después de tener

—Muy bien, adelante, entonces.

los grupos,

de cerca. Quédate aquí y no te aventures

preocupes, Jaime, no permitiré que deambulen sin necesidad

continuaron su viaje, pudo sentir un cambio significativo en la energía espiritual

sintió lo mismo, frunció las

llegar a su destino, fueron

Decían: