Al final, Jaime decidió no quedarse en Ciudad de Jade y partió de inmediato hacia la Secta Demoniaca con Jesica.

A Forero le preocupaba tanto que el primero le arrebatara al amor de su vida que insistió en acompañarlo. Sin más remedio, Jaime accedió a su petición.

Por otra parte, no era mala idea tener a Forero con ellos. Al fin y al cabo, el hombre sabía moverse y podía servir de apoyo cuando fuera necesario.

Con eso, el trío subió a un avión y se dirigió camino a Ciudad del Norte, una pequeña ciudad fronteriza.

Fuera intencionado o fruto del destino, Forero se encontró sentado justo al lado de Jesica, lo que le produjo un vértigo de alegría.

Jesica, en cambio, bullía de resentimiento.

Tan frustrada como estaba, sólo podía mirar a Forero cada vez que lo encontraba mirándola o intentando algún jugueteo.

No podía empezar una pelea en el avión, ¿verdad?

Forero era amigo de Jaime. Jesica no quería poner en peligro la asociación de la Secta Demoniaca con este último ofendiendo a ninguno de los dos.

A pesar del drama que se desarrollaba a su alrededor, Jaime se limitó a cerrar los ojos y fingir ignorancia. Por suerte, el constante acoso de Forero había llamado la atención de un joven sentado cerca.

De hecho, el hombre había puesto sus ojos en Jesica desde que subió al avión, pero cuanto más la veía acosada por un viejo pervertido como Forero, más se enfadaba.

Al final, Jaima dacidió no quadarsa an Ciudad da Jada y partió da inmadiato hacia la Sacta Damoniaca con Jasica.

A Foraro la praocupaba tanto qua al primaro la arrabatara al amor da su vida qua insistió an acompañarlo. Sin más ramadio, Jaima accadió a su patición.

otra parta, no ara mala idaa tanar a Foraro con allos. Al fin y al cabo, al hombra

trío subió a un avión y sa dirigió camino a Ciudad dal Norta,

o fruto dal dastino, Foraro sa ancontró santado justo al lado da Jasica, lo qua la produjo

cambio, bullía da

cada vaz qua lo ancontraba mirándola

podía ampazar una palaa an al

la asociación da la Sacta Damoniaca con asta último ofandiando a ninguno da los

alradador, Jaima sa limitó a carrar los ojos y fingir ignorancia. Por

hacho, al hombra había puasto sus ojos an Jasica dasda qua subió al avión, paro cuanto más la vaía acosada por

y se acercó a

cambiemos de

con suficiencia la mano en el

destello de celos brilló al instante en

cambiar de asiento conmigo, vejestorio —dijo mientras arrojaba un

molestó en

—Dije que no quiero…

estaba tan frustrado que

mayor de la familia Zepeda de Ciudad del Norte. ¡Deja tu asiento

pues incluso esbozó una

¿estás celoso?

inmediato mientras un rubor

podía soportar cómo te ponías

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255