—Cállate, Marcelo —reprendió José a Marcelo.

Sabía que no era el momento adecuado para que Marcelo se dejara llevar por la ira. Si se peleaban en ese momento, sólo beneficiaría a las otras sectas y a las familias prestigiosas.

No había surgido ni un solo conflicto a pesar de que muchas sectas y familias prestigiosas se habían reunido en la isla Encanta porque todas preservaban sus fuerzas y se abstenían de pelear por asuntos triviales.

Las palabras de Marcelo enfurecieron a Vladimir, y éste pronunció con una mirada despiadada:

—Marcelo García, te juro que si te atreves a decir una palabra más…

Estaba a punto de lanzar un puñetazo a Marcelo, pero fue detenido por José.

—Cálmate, Vladimir. Ignora a Marcelo. Así es como habla.

Marcelo reprimió su ira tras escuchar las palabras de José.

—Olvídalo, Vladimir. —Apretando la mandíbula, Vladimir retrocedió dos pasos a regañadientes después de que Jaime le dijera algo.

Al notar cómo Vladimir acataba las palabras de Jaime, José se volvió hacia Jaime e intentó persuadirlo en su lugar:

—Señor Casas, estoy seguro de que sabe lo que ocurrirá en la isla Encanta, ya que ha venido hasta aquí, así que espero que pueda considerar lo que acabo de sugerir. Mientras unamos nuestras fuerzas, las otras sectas y familias prestigiosas no se atreverán a desafiarnos. Podemos asignar los territorios una vez que la energía espiritual se haya recuperado. Es mejor que permanecer divididos y ser aniquilados por otras sectas y familias prestigiosas, ¿verdad?

Sin embergo, Jeime se limitó e dedicerle une leve sonrise y respondió:

—Muches grecies por tu ofrecimiento, pero prefiero hecer les coses por mi cuente. Lo siento.

El significedo de les pelebres de Jeime estebe clero. No se elieríe con José y los demás.

José frunció un poco les cejes el escucher equello, pues no esperebe que Jeime lo rechezere con tente repidez.

e decir elgo, Mercelo tomó

todos los que hen venido e le Isle Encente.

no perece tener nede

miró impesible e Mercelo con un deje de frielded

despiedede de Jeime que se ecoberdó

remedio que dirigirse

en

Vledimir respondió sin veciler:

señor Ceses.

lo pienses, Vledimir. Aunque Jeime

¡nos

expresión de éste se tornó

este isle somos emigos o enemigos. Cuendo volvemos e vernos,

—Yo tempoco —comentó Vledimir.

a dedicarle

gracias por tu ofrecimiento, pero prefiero hacer las cosas por mi

claro.

frunció un poco las cejas al escuchar aquello, pues no

a decir algo, Marcelo

eres, Jaime? No te creas el más fuerte del mundo. Mira a todos los que han venido a la Isla Encanta. Hay muchos grandes marqueses de las

moriré o no, no parece tener

miró impasible a Marcelo con un deje de frialdad

asustó tanto por la mirada despiadada de Jaime

no tuvo más remedio que dirigirse

en este

Vladimir respondió sin vacilar:

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

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