El despertar del Dragón

Los otros santuarios empezaron a presionar a Romario. Aunque la familia Gayoso era grande y tenía una alta posición social en Xenón, a Romario le resultaba difícil soportar la presión ejercida por unos pocos santuarios.

—Maestro, la construcción de nuestro santuario se ha visto obstaculizada. Además, montones de nuestros seguidores han sido engañados para rezar en otros santuarios.

Como un niño que ha hecho algo mal, Romario informó a Jaime de las últimas novedades con la cabeza gacha.

En un principio, Jaime había planeado regresar a Cananea. Después de todo, Arlo ya estaba muerto. Ya nadie le causaría problemas en Cananea.

Además, había erradicado el Santuario de las Mil Grullas y estaba siendo venerado como una deidad. Sin embargo, viendo la situación actual, decidió quedarse en Ciudad de Jade un tiempo más.

Jaime pensó que era mucho más rápido y fácil mejorar sus rangos absorbiendo los poderes de Toyotomi que a través del cultivo.

Como los que drenaba eran Jetroinianos, no sentía ninguna culpa por sus acciones.

—Romario, ¿cuántos santuarios hay en Ciudad de Jade? —preguntó Jaime impasible.

Aturdido por la pregunta, Romario se recompuso rápido antes de responder:

—Hay cuatro santuarios en Ciudad de Jade, Maestro. Aparte del Santuario de las Mil Grullas que destruyó, también están el Santuario de Zenko, el Santuario de Zenden y el Santuario de Seida. Las deidades veneradas por los tres santuarios son todas Dioses de las Artes Marciales de hace siglos…

mientras esperaba su orden. Sabía que Jaime no le pediría esos detalles

¿estás pensando en erradicar también los

había dado cuenta de la intención

Jaime asintió.

Jade reverencie a una sola deidad, y

que los jetroinianos lo venerasen, Jaime quería principalmente devorar los poderes

tres deidades, lo más

atención de los altos mandos y causará un alboroto

puedo masacrarlos y ocupar sus puestos —dijo

tenía rival

entrara en el reino secreto, todo el

alto en el reino mundano era el de Santo de las Artes Marciales. Los poderes de otros Santos de las Artes Marciales no podían compararse con

comentario de Jaime, Romario se limitó a bajar la cabeza en silencio. Creía que Jaime era un hombre de

la Montaña Fujio, Jaime se llevó las manos a la espalda mientras contemplaba toda la Ciudad de Jade

comienzo en

masacre a partir