Derecho de uso

—Alba, Arconte, ¿no van a pedir disculpas al señor Casas? —preguntó Mateo mientras miraba a sus dos jóvenes discípulos.

Al escuchar eso, una Alba con la cara roja se acercó rápido a Jaime.

—Lo siento mucho, señor Casas. Lo he entendido mal antes…

—No se preocupe, señorita Lope de Vega. Cualquiera habría reaccionado con fuerza en esas circunstancias —dijo Jaime sonriendo.

Arconte, en cambio, se quedó clavado en el sitio.

—¿Qué te pasa, Arconte? reprendió Mateo, con el ceño fruncido.

El joven apretó los dientes y echó a correr, negándose a disculparse.

—Caramba. Este niño tiene demasiado orgullo... —murmuró Mateo con un suspiro—. Por favor, no le hagas caso, Jaime. Es culpa mía por haber malcriado a mis discípulos.

labios

—¡En absoluto!

lugar. Voy a tener una charla con Jaime... —Mateo

a Jaime a otra

Jaime. No podía entender cómo éste había dominado la alquimia a una edad tan temprana o cómo podía enfrentarse a un Dios de las Artes Marciales a pesar

disponía a expresar sus

Campos, ¿puedo preguntarle

Mateo asintió con entusiasmo.

—Por supuesto, Jaime. Adelante.

Manantial

un momento, Mateo se quedó

de Regeneración? Y lo que es

a explicar su situación, afirmando que sólo quería utilizar el Manantial de Regeneración para salvar

que guardamos las sectas ocultas. No mucha gente fuera del reino oculto lo conocerá —respondió Mateo—. Tiene el poder de regenerar cuerpos, pero por desgracia, no

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255