Capítulo 7

Kathleen estaba sorprendida. Se giró y lo vio:

—Oh, Christopher, eres tú.

Él sonrió.

—¿Pasó algo entre tú y Samuel?

—¿Por qué lo crees? —parpadeó con inocencia. Tenía unos rasgos tiernos y unos ojos brillantes.

—Los Yoeger me dijeron que Nicolette había vuelto —no le dio muchas vueltas. La sonrisa en el rostro de Kathleen se desvaneció poco a poco.

—Así que todo el mundo lo sabe…

Todos en la familia sabían que Kathleen estaba casada con Samuel.

Aunque a Rose Yoeger, la hija legítima de la familia Yoeger, no le caía bien Nicolette, le gustaba Samuel.

Se había presentado en la boda de Samuel y Kathleen, y había insultado a esta última, diciendo que se sobrevaloraba por pensar que podía dar un giro a su vida siendo una sustituta.

En aquel entonces, Kathleen se había sobreestimado. Había pensado que podría dar un giro a su desafortunada vida. Sin embargo, el destino escapaba de su control.

Cuando Christopher vio la mirada abatida de Kathleen, le dolió el corazón.

Levantó el brazo, queriendo acariciar su cabeza. Al final, lo colocó sobre Snowy.

—Kate, puedes acudir a mí si necesitas ayuda —dijo con voz suave—. Haré todo lo que pueda para ayudarte, como en los viejos tiempos.

Kathleen inclinó la cabeza, frunciendo el ceño.

—Christopher, ¿de qué estás hablando? —Ella no entendía lo que decía.

Él la miró fijo, dudando de sus palabras.

—Kathleen, hace diez años…

—Christopher, ¿sigues aquí? —Justo entonces, apareció Wynnie—: Tengo algunos cangrejos grandes aquí. Llévaselos a casa a tu madre. Estoy seguro de que le gustarán.

—De acuerdo, tía Wynnie —asintió, extendiendo la mano para agarrar el recipiente.

cuidado —recordó

Christopher volvió a asentir:

preocupes, tía Wynnie.

para entrar en la casa. Cuando se fue, Kathleen preguntó en

acabas de decir? ¿Qué pasó

de Christopher era

de Samuel. Debería ser el momento adecuado

las cejas, encontrando la situación

rincón oscuro. Para entonces, Christopher ya había desaparecido

—Kathleen

estuvieron hablando un largo rato —rebatió Samuel con frialdad. Había visto

estábamos intercambiando algunos consejos sobre la

Que yo sepa, no eres

Mi perro se llama Sammy —se burló Kathleen. Al instante, él comprendió su

—¡Kathleen!

dicho algo malo, idiota? —Kathleen se volvió más audaz al estar en la

tienes ganas de morir —Samuel se tiró

se armó de valor

a tocarme. De lo contrario, le mostraré a Nicolette todas las cicatrices

te atrevas! —el apuesto

me intimidas! —Kathleen decidió no abstenerse. «¿Por qué

—dijo un enfadado Samuel.

qué no duermen aquí esta noche?

Samuel con desdén—: Kathleen no se siente cómoda

contra de sus palabras—: Puedes volver si quieres.

la casa, él no podía salir, ya que haría sospechar a Diana. Sin embargo, le había prometido a Nicolette que volvería.

se adelantó y tomó a su madre

de ti sobre la

viaje de negocios, así que estoy

hoyuelos, que la hacían ver

no le gustaba esa joven,

veía marcharse

la habitación de Wynnie durante dos horas. Durante ese tiempo, él le había enviado

se dio cuenta de la

me voy a mi habitación —fingió

preocupación—: Kate, no importa lo que

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