Capítulo 36

-Solo quiero tener un marido de verdad, Samuel. Si no puedes darme eso, entonces deja de intentar involucrarte conmigo – suplico Kathleen con gran angustia–. Cada vez que me besas, me hace dudar, Empiezo a preguntarme si podria gustarte un poco, pero las cosas que haces después me destrozan por completo. Por favor, deja de torturarme. Te lo ruego.

Las lágrimas corrían por sus mejillas de forma incontrolada.

La pena y el dolor que experimentaba eran insoportables.

Kathleen era consciente de lo mucho que queria a Samuel.

No era solo una cuestión de tiempo. Más bien, se habia convertido en una parte permanente de su vida. Sólo ella sabia lo angustioso que era tener que arrancarlo de su vida asi como asi. A pesar de la herida fresca que había dejado, ella seguia amandolo.

Al fin y al cabo, las heridas tardan en cicatrizar.

Lo que necesitaba era tiempo.

Lo que no necesitaba era que Samuel volviera a abrir esa herida suya justo cuando ella intentaba cerrarla lentamente. Le estaba haciendo experimentar un tormento desgarrador una vez más.

En ese momento, estaba llorando a mares en los brazos de Samuel.

No había forma de que pudiera regresar en ese estado.

Samuel se quitó el traje y la cubrió con el antes de tirar de ella para abrazarla.

-Vamos. No llores.

– Deja de ser tan amable conmigo. Mantente indiferente. Deja de intentar manipularme-sollozó Kathleen.

-¿Con quién más soy amable aparte de ti? -Se sintió como si estuviera al limite de su capacidad.

-Nicolette -murmuro. Sus ojos estaban enrojecidos-. Te dije que queria un marido de verdad, Samuel. Si estás dispuesto a serlo, podemos vivir felices a partir de ahora. Si no, deberiamos dejar las cosas claras ahora mismo. Luego, podemos seguir caminos separados en el futuro.

Se quedo mirando el aspecto lamentable de ella. Había una ligera ronquera en su voz cuando pregunto:

-¿Puedes darme un poco de tiempo?

Eso dejó a Kathleen sorprendida

-Dame un poco de tiempo para arreglar todo-ledijo mientras le acariciaba la cara.

A decir verdad, era bastante reacio a dejarla ir.

-¿Cuánto tiempo? -Sus labios estaban fruncidos-. No puedo seguir alargando las cosas contigo, Samuel Tampoco puedo esperar tanto tiempo como un ano.

-Un mes –propuso Samuel con voz grave.

Tras un momento de contemplación, respondió:

-Puedo darte eso, pero tengo mis propias exigencias.

-¿Qué son

Había una sonrisa en

firmare los papeles y me iré-insistió Kathleen. Queria tener un plan de respaldo para si misma en lugar de

Se rio como respuesta.

inocente como un bebé. Otras veces, te

a dar o no?-se

mano contra la que ella

-Lo hare.

quiero para mañana -ordeno, y luego se

-Claro. – Asintió.

poco

estés haciendo esto para engañarme. Sé que soy blanda de

voy a

interrumpia-.

Samuel frunció

hecho eso antes.

-Entendido-aceptó.

se

porque no podia saber cuáles eran

voy a hacer si en

sugirió Samuel. Le agarro la mano antes

decirselo a papa? -protesto Kathleen

loca, aun no había recuperado del todo la compostura. Además. tampoco habia

te preocupes por eso. -Se limitó

vamos, entonces? –

ir? –

condominio -dijo Kathleen tras

Procedió a salir del hotel con

regresaron al condominio, Kathleen se puso un par de zapatillas de

había utilizado el mismo par de simples zapatillas negras desde el

juego, pero el sólo se

con temática de pareja. A su modo de ver, no eran más que chiquilladas en las que sólo

que había olvidado, sin embargo, era el hecho de que Kathleen era una chica joven, por no hablar de

la besó. Fue incluso más intenso que el beso que habian compartido en el

estaba aterrorizada. Su delicado puno golpeó el pecho de

para intimar conmigo hasta que

qué? -Hizo

Es una prueba -murmuro. Si consigues pasar la prueba cuando

caso de que el decidiera estar con ella a partir de entonces, se

solo esperaría con interés como exactamente iba a

después de un mes, ¿te rendirás ante mi?-le

-afirmó con un movimiento de

Samuel. Sus dedos callosos rozaron con ternura su

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