Capítulo 37

-No te preocupes. Siempre he sido un hombre de palabra -aseguró Samuel antes de volver a morderle despreocupadamente la oreja-. Si no, no tendrías ni siquiera la posibilidad de hablar ahora mismo.

–Tengo hambre. Voy a preparar pasta. -Kathleen desvió el tema y escapó enseguida.

Samuel reveló una sonrisa gelida.

«Qué cobarde. No sé de que tiene tanto miedo».

De la nada, se dio la vuelta.

-¿Has comido ya?

-Si. -Asintió.

Mostro una sonrisa que le llegó a los ojos.

-De acuerdo.

A continuación, se dio la vuelta y fue a cocinar algo.

Mientras tanto, Samuel se secó el pelo y se puso algo de ropa.

En ese momento, sono su teléfono.

Era una llamada de Nicolette.

Lo tomó y pregunto:

-¿Qué es?

-;Cuando vas a venir, Samuel? –Nicolette gimio pateticamente. Tengo que someterme a quimioterapia mañana. Tengo miedo.

– Hoy estoy ocupado… Samuel acababa de empezar a responder cuando Kathleen se acercó.

-¡La pasta está hecha, Sam! -anunció.

Su voz dejó a Nicolette atónita.

«Es la voz de Kathleen? ¿Está con ella ahora mismo? ¿Qué está pasando aqui? Estoy segura de que ella ha escuchado la grabación. ¿Cómo puede estar con él?>>

-De acuerdo -respondió Samuel con un movimiento de cabeza-. Iré ahora mismo.

Kathleen, que no sabia que estaba en una llamada con Nicolette, sonrio.

-No te preocupes. Termina lo que sea que estés haciendo mientras yo voy a hacer unos platos de acompañamiento

Dicho esto, volvió a salir.

Nicolette –murmuro bajando la

vienes a verme hoy-lo tranquilizó Nicolette e intentó parecer comprensiva-. Deberías comer un poco más. Come lo suficiente

has comido todavia? – pregunto Samuel con

que había hecho algo de pasta para ustedes dos. A mí también me gustaría

solo lo habia dicho para que Samuel le

verdad queria comer

pretendía hacer saber a Kathleen que Samuel

Tyson que

volvieron a dejar a

«¿No viene?»

sola, Samuel. Cuando estuve fuera del pais durante los últimos tres años, me ocupe de todo sola, tanto de mi enfermedad como de

eso, colgó

Samuel frunció las cejas.

incomodaba mucho, pero no

a Kathleen saliendo de la cocina con unos platos

informal de color rosa y su pelo largo y sedoso estaba recogido en una coleta alta. El aura que desprendia era juvenil y preciosa. Por si fuera poco, llevaba un delantal con dibujos

mirara como la mirara, era la

amable y relajada. No habia

dijo con una dulce sonrisa en la

acerco y se dirigieron al

preparado dos

En cuanto al suyo, sólo habia pasta, huevos y algunas

que comes tan poco? – pregunto

ella era la

comida pesada a estas horas de la noche

comerlo en absoluto. De hecho, tuvo ganas

–Seguro que te miman-comentó.

se sentó también y ambos comenzaron a

una comida juntos. Era como si hubieran vuelto a los días en que Nicolette

ella preparaba un plato de

que él estaba un

tanta facilidad. Le prometi que le daria un mes de tiempo,

Kathleen lavó todos los

del baño, se dio cuenta de

nuevo?» Dejó escapar un suspiro. «No deberia haber tenido ninguna esperanza en

Bang!

abrupto viajó desde

pusiera pálida. «¿Ha entrado un ladrón? ¿Acaso

al dormitorio y tomó un jarrón. Se armó de valor y se

aspirar profundamente, giró el pomo de

apagadas, pero la

en

perecieran allí mismo, nunca

sonido de los pasos llegó a sus oidos Ventan del

y saco su telefono para llamar a la

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