Capítulo 86

En verdad, para ocupar esa posición, Javier tenia habilidades que correspondian a su estatus

Beatriz, aburrida, estaba leyendo historias dulces sobre magnates y sus tiernas esposas en su teléfono, pero no tardó en quedarse dormida sobre la almohada.

A las once y media, Javier salió del baño, envuelto en una bata de baño oscura, y casi por instinto se dispuso a encender un cigarrillo.

Sin embargo, al ver la figura de Beatriz asomando por la cama, lo dejó de lado.

El efecto del somnitero de Beatriz era realmente potente, Javier tardó menos de veinte minutos en sumergirse en

A mitad de la noche, sintiéndose apretado, abrió los ojos con impaciencia y descubrió que Beatriz, no se sabe cómo, había rodado hacia él, temblando ligeramente.

de inmediato, y Javier

terriblemente, con sudor frio en la frente, mordiéndose ligeramente la

que los dolores menstruales

su mundo onginal aunque su cuerpo era idéntico al actual, tal vez por hacer ejercicio regularmente y cuidarse del

demasiados sacrificios por la belleza, con una dieta extremadamente rigurosa y falta de cuidado contra el frio en invierno, sumado a las preferencias de Beatriz por beber agua helada y comer alimentos frios, el dolor era insoportable esta vez

para que el mayordomo Gabriel traje analgésicos, y tras administrarle uno a Beatriz, dijo con

agua caliente, Beatriz recuperó un poco de color y dijo: “En el hospital tambien serian analgésicos

nuevo en la cama,

enfrentaba a una situación asi con una mujer, por su edad y

acostó a su lado y dijo: “No andes

por si con un aire de fragilidad, lucia aún más lastimosa con un leve aire de

Javier con lágrimas en los ojos y dijo:“No vas a descontarme del sueldo por

fria y preguntó: “En los ojos de la señora solo soy un comerciante que solo piensa en dinero?” “Econo,” dijo Beatriz, “Para mi, primero eres un hombre

ceja y pregunto: “¿Quién es más

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255