Esta Vez, ¡No Perderé!

Capítulo 97

“Hace un poco de calor. Beatriz se desperto con un fuerte dolor de cabeza, todavia algo ebria, y trató de levantarse de la cama, tambaleándose

Desafortunadamente, perdió el equilibrio tan pronto como se bajo de la cama y se inclino hacia adelante.

Javier extendió la mano para sostenerla, la ayudó a entrar al baño y luego dejó su habitación.

mayordomo Gabriel no esperaba que Javier saliera esa noche y se sorprendió al verlo “Sr. Mangone, voy a traerle un vaso de agua. Ya es tarde, deberia ir a descansar pronto“.

Javier, quien había dejado su chaqueta en la habitación de Beatriz, vestia una camiseta blanca con el cuello abierto, mostrando su clavicula, luciendo algo desaliñado

Encendió un cigarrillo y dijo: “No es necesario“.

Beatriz se despertó temprano al día siguiente.

Tenia que ir al set de grabación, que quedaba muy lejos, así que tenia que partir mucho antes

Cuando se despertó y fue al salón, no esperaba que Javier ya estuviera abajo.

Miro su reloj.

eran las seis de la mañana.

un imperio de miles de millones de dólares se levanta a las

excusa para no

en silencio y saludó al magnate:

quien estaba tomando café, la miró al escucharla

un vaso de leche de un sorbo y tomó un trozo de tostada mientras se dirigia hacia la puerta:

ue llegar

que el maquillaje y el vestuario son complejos, asi que

“Vuelve aqu

profunda voz del hombre, curiosa, se giró y

y dijo: “¿Quién más

a Javier. “A sus órdenes, sentor Lo

s asuntos“.

“Mi ropa, la manchaste.

Javier

efecto… definitivamente habla manchas de base

Temprano.

Javier era casi siempre hecha a medida, diseñadores europeos volaban para tomar sus

que parecia simple al lado de Javier, en

“Hoy lo llevaré a

sonrisa, “Está bien. Entonces, no tendrás sueldo el

corazón de Beatriz comenzó

recibir dinero de Javier como lo era en

no se mencionaba ninguna implicación directa