Esta Vez, ¡No Perderé!

Capítulo 116

Javier esbozó una sonrisa: “Quiero comer pescado“.

Beatriz la miro, un poco desconcertada.

Cuando estaba bajo el techo de otra persona, no tenía más opción que inclinar la cabeza,

Un minuto después, Beatriz finalmente cedió, le sirvió un trozo de pescado, le quitó las espinas y lo colocó en su plato.

Beatriz suspiro. “Pensandolo bien, realmente das lástima. Tu abuela no es tu verdadera abuela, y tienes un tio que casi no se lleva años contigo Cuando eras pequeño, seguramente solian intimidarte“.

Con la actitud de Marcos, parecia un matón que abusaba de hombres y mujeres por igual.

En comparación, Javier era como un caballero elegante y refinado

Hoy, Marcos estuvo hablando mal de Javier a sus espaldas, claramente disfrutando de intimidario bajo la identidad de su pequeño tio.

el pasado, la expresión de Javier se volvió ligeramente fría: “Cuando

atrevio

Beatriz sentia pena

que, bajo su aparencia

nacia siendo una persona fria y

era niño, debla ser

enfriado completamente, evolucionando gradualmente en un empresario sin escrúpulos que disfrutaba absorber a los demás, atrapado cada noche en los dolorosos recuerdos de su

sirvienta, no pudo evitar sentir

no tenia idea de

compasión, Beatriz trajo un plato entero de pescado a la brasa y cuidadosamente le

suerte, el pez dorado tenia pocas espinas, lo que hizo fácil la tarea

cada movimiento de esta mujer, encontrándolo especialmente interesante. Observó sus expresiones con gran interés y dijo: “Pero todo eso

intentara golpearte, definitivamente llamanias a la policia. No se puede permitir que te intimiden

bien

novelas, las felicidades de los poderosos eran variadas, pero sus tragedias eran

los poderosos eran intimidados en su juventud, şe volvieron oscuros en el camino, crecian para tener poder y