Esta Vez, ¡No Perderé!

Capítulo 339

Beatriz despertó y, en silencio, se acurrucó con la manta en un rincón de la cama.

Javier abrió los ojos, extendió su mano y la atrajo de vuelta hacia él: “¿No vamos a tener una relación?”

Beatriz parpadeó.

Debido a que en su sueño no tenía todos sus recuerdos, naturalmente pensaba que Javier estaba actuando por impulso o simplemente quería usar dinero para establecer cualquier tipo de acuerdo. Además, Javier tenía un aura algo peligrosa; su apariencia amable ocultaba un carácter frío y distante. Beatriz siempre sentía un poco de miedo hacia él en sus sueños; caer en manos de alguien así era definitivamente más temible que quedar atrapada en un contrato complejo.

Había tenido el mismo sueño durante varios días seguidos, y Beatriz no sabía cuándo terminaría. Pero estos últimos días, al recordar el pasado, se dio cuenta de que no era tan doloroso como antes, como si de alguna manera hubiera sido reparado sin que ella lo notara.

Frotó su cara contra el hombro de Javier: “Entonces debes tomar la iniciativa, si no lo haces, ¿cómo vamos

relación? ¿Y si tenemos

acarició el vientre de Beatriz: “¿Quieres tener un bebé

con Javier la llenaba de expectación. En realidad,

casa no importaba.

delgada cintura de

perdida. Parecía que realmente había comenzado a enamorarse de su benefactor, Javier. Había soñado con él la

destinada a ser una estrella. Si no era oprimida

por la empresa y competidores habían desaparecido de internet. Esas acusaciones sin fundamento habían desaparecido y su reputación comenzó a mejorar lentamente, con más gente hablando de sus

había sido una persona particularmente afortunada. Creció en la opulencia, pero luego su familia quebró, su padre se enfermo y fue hospitalizado, y todo dependía de ella misma. Solo este año, por alguna razón, parecía haber tenido un

había caído en picada. La agente estrella, Natalia, se retiró humillada y Elsa fue prohibida en varias plataformas debido a su mala fama. Varios artistas famosos

para romper

mejor que un pollo, y en un entorno tan oportunista, Sr. Rubio, aunque quisiera, no podía volver a imponerse. Pero todavía recordaba a