Amantes.

Tras más de dos horas de carretera a las afueras de la ciudad, Alexander se estaciono afuera de un restaurante que tenia un bonito

aspecto campestre, a pesar de que el cielo estaba oscuro, podia apreciar desde el auto, las áreas verdes que rodeaban la estructura de

madera y cristales.

Alexander no mentia al decir que estariamos alejados de todo y de todos, este lugar era perfecto para escapar de la realidad que nos

tenia el alma colgando en un hilo. Era un hermoso y cómodo lugar para pasar una noche en paz y tranquilidad en familia y como siempre,

pensaba en mis padres.

Tristán estuvo inquieto en todo el camino en su asiento especial en la parte de atrás y comenzó a celebrar en voz alta cuando se dio

cuenta que ya hablamos llegado, por poco me uno a la celebración, pues estaba ansiosa por llegar y Alexander no me decía cuanto

faltaba ni donde era.

-¿Cómo te has enterado de este lugar? Es precioso y diferente. -no pude evitar preguntar cuando apagó el motor del auto con una

sonrisa de satisfacción.

Giró su rostro para mirarme y pude notar un brillo en sus ojos a pesar de que solo nos alumbraba la débil luz del auto.

Me lo recomendaron, es lejos, lo sé, pero valdrà la pena cada minuto de camino. respondió Alexander antes de entrelazar sus dedos con los mios y dejar un tierno beso en mis nudillos que me hizo estremecer, pero me mostre inexpresiva, pues seguia un poco sentida con él, tenia el leve presentimiento que me estaba ocultando algo o tal vez estoy desconfiando demasiado. Compensaré el mal

rato que te hice pasar, cariño.

Eso espero. -dije sacando mi mano de la suya y le mostré una sonrisa forzada antes de salir del auto, la fresca brisa del ambiente

golpeó mi rostro y aspiré una gran bocanada de aire, sintiendo que las malas energías salian al exhalar, sin duda un lugar muy.

relajante.

Abri de inmediato la puerta trasera en busca de Tristan que estaba desesperado por salir a disfrutar de la naturaleza y por supuesto

entrar al restaurante.

Cuando dejé a Tristán en el suelo, lo primero que hizo fue salir corriendo al lado de Alexander que se acercaba a nosotros sin prisa y

le rodeó la pierna con sus pequeños brazos mientras lo miraba desde abajo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Papá, me gusta mucho este lugar, ¿nos podemos quedar hasta mañana?-preguntó con voz tierna, la que usaba para convencer a

de acceder

le llegó hasta los ojos y se agachó para llegar a la altura de Tristán, su mano

su petición. No podiamos quedarnos, teniamos muchas cosas por hacer, él debia ir a Doinel a continuar trabajando en la colección y yo tenia que encargarme de L&J y estar al tanto de cada paso del caso de

madre esté de acuerdo, pero haré un esfuerzo por convencerla. -lo ultimo se lo dijo en voz baja para

y

y se levantó para

su mano libre cuando me acerqué a

Alexander, recibiendo un guiño como respuesta de su

hablaba con Tristán mientras caminábamos los

restaurante.

el campo que estaba siendo alumbrado por los focos antiguos

enterarse de aquello. Había muchas cosas que aún no sabla de su hijo, pero era cuestión de tiempo para que estuviera enterado hasta del

detalle.

ser un buen padre para

durmiendo, han tenido un dia muy productivo paseando a los

de cerca? –sabia lo que Alexander estaba tramando en secreto, queria quitarle el miedo a Tristán y temia

dificil lograr calmarlo.

agachar su mirada como si no le interesara el tema, pero sabia que le avergonzaba

algo, no lo admitiría en

que no siguiera insistiendo y él asintió con

llevó hasta el segundo piso

que hasta tenia

lugar era mejor de lo que se veia por fuera, aunque lucia ostentoso y enorme, el ambiente era acogedor y el olor a madera inundaba mis fosas nasales, los grandes ventanales de cristal nos permitia observar las lejanas luces de la ciudad

Hermoso.

ventanales con vista a la ciudad, Tristán estaba más que emocionado admirando las luces que para él, parecian estrellas y Alexander no podia ocultar su sonrisa al

uni a Tristán que estaba sentado a mi lado, para disfrutar de la vista y me pregunté como es que no supe antes de la existencia de este lugar tan liberador, un lugar que te transmitia paz y te hacia olvidar de todas las preocupaciones, lejos de los problemas, lejos de tanta maldad, lejos de las personas

tiene que ser una broma, hasta en la sopa.-escuché el murmuro lleno de frustración de Alexander y mi vista viajó automáticamente a él con curiosidad, lo encontré mirando fijamente hacia otro lado dentro del restaurante, cubriendo sus labios con su

que era lo que lo habia hecho reaccionar de esa manera me ganó y no dudé un segundo en seguir su mirada que estaba clavada al otro lado del restaurante

sentimiento de odio y rabia. Me resultaba dificil de creer lo que estaba viendo, ¿acaso

y resultó ser la peor escoria, el ser que más despreciaba en el mundo. Paul estaba sentado despreocupado con una copa de vino en su mano, pero no estaba

que ambos estaban coqueteando descaradamente

tenia una sonrisa de medio lado con una postura recta, mostrándose como un hombre

menor idea de que estábamos en el mismo lugar, de lo contrario, se hubiera acercado a

lancé dagas con los ojos a Alexander cuando senti que me pellizcó de verdad. -No lo decia en serio. -dije sobando mi brazo con el ceño fruncido y Alexander me miró con una leve sonrisa

verdad. -respondió en voz baja y volvió su vista hacia el desgraciado, pero

la carta de las manos antes de que se dieran cuenta que estábamos aqui. -Lo único que estás logrando es llamar la atención, si no lo miramos

ves que están muy intimos? Esa mujer puede ser su amante o su cómplice. -al escuchar la palabra amante, recordé de donde habia visto a esa mujer y rápidamente

un beso en el dors de su mano que

escucharnos desde aqui, lo que era imposible, no solo por la distancia,

el lugar era inundado por una suave melodia de piano. Desvié mi mirada hacia Alexander para decirle quien

con los

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255