Por las buenas o por las malas.

No podia dejar de mirar la hora en mi reloj de pulsera como si el tiempo pasara más rápido de esa manera. Desde muy temprano estábamos en el apartamento de Alexander, quien no tuvo problemas en aceptar que Abby to usara para llevar a cabo la reunión con el abogado, después de todo, no era propietario del apartamento. El único que faltaba por llegar era Vincent y faltaban menos de veinte minutos para que dieran las nueve, ya comenzaba a desesperarme de solo pensar que el abogado llegaria antes que mi primo.

-¿Quieren café?-preguntó Alexander levantándose del sofá donde ha estado sentado en silencio, siguiendo cada uno de mis

movimientos con su mirada.

Yo si quiero.-respondió Abby quien estaba sentada sin preocupación alguna con la vista puesta en su celular.

¿Puede ser un té relajante?-pregunté refiriéndome a aquel té milagroso que me hizo relajar de pie a cabeza en su casa en New York, gracias a la sobredosis que me dio Anna.

Alexander soltó una leve risa como si estuviese recordando ese día y negó con la cabeza.

Para nuestra mala suerte, no traje ni un poco de ese té, te traeré un poco de café. -informó divertido antes de acercarse a mi para dejar un beso en mi frente y luego desparecer en la cocina.

Segui caminando de lado a lado mientras caminaba de lado a lado en la sala de estar del apartamento, estaba ansiosa, los nervios me superaban y ni hablar del miedo que comenzaba a burbujear en mi sistema, miedo a que esta locura no saliera como lo teniamos

pensado y que nos saliera el tiro por la culata.

Me exalté en mi lugar cuando el timbre resonó por todo el apartamento y volvi a mirar la hora antes de que mis ojos se cruzaran con los de Abby, preguntándonos con la mirada si se trataba de Vincent o si el abogado se habia adelantado.

Abby se levantó del sofá de un salto y se apresuró a abrir la puerta, mientras yo me escondia detrás del muro que separaba la sala de

estar de las habitaciones.

No es el abogado. -informó Abby desde la puerta del apartamento y pude ver a Vincent, quien estaba vestido completamente de

negro, al igual que Alexander, Abby y yo. -Bienvenido, Vincent Grey, por un momento pensamos que no vendria. Oh, miren, también se

vistió de negro, ahora si podemos buscar un nombre para nuestra banda. Los 4 fantásticos. -Abby bromeó sin dejar que Vincent diera un

paso al interior del apartamento, pues bloqueaba la entrada con todo su cuerpo.

– Como siempre con tu sentido del humor, Abby Steele. Con permiso. -Abby abrió su boca con sorpresa por el apellido de aquel

personaje que la identificaba y se quedó atónita sin dejar de mirar a Vicent que pasó por un lado de ella después de escudriñarla con la

mirada.

Al menos el espectáculo de la pareja dispareja logró que los nervios y el miedo decrecieran, dejándome con una sensación de

diversión.

Disculpa por la demora, princesa, tenia que resolver un tema familiar. —hice un ademán con la mano restándole importancia, no

que ver con Bastián. -¿Todo listo?

momento. -dijo preparando un folder sobre la mesa

con Richman.

apareció desde la cocina con una bandeja en su mano

primo, te traje café.

la risa que me causaba escuchar a Alexander diciéndole primo a mi primo y

mi. -dijo Vincent fingiendo emoción y diciendo esto ultimo en voz alta, evidentemente dirigido para Abby que lo ignoró épicamente. -Me gusta tu nueva imagen. -se

Abby y a mi, quedándose él con la ultima que quedaba en la bandeja. Que lo

el amargo sabor mezclado con un toque de sal me hizo devolverlo todo

un momento pensé que era la única que le desagrado el sabor del café de

cielos, qué le pusiste al café, ¿confundiste la sal con el azúcar?-Abby no se quedó callada y habló mientras intentaba limpiar el sabor de su lengua con sus dedos, por mi parte,

de centro y

estuvo a punto de llegar a la puerta de la cocina, el

cocina o se dará cuenta antes de tiempo que no estoy sola. Abby gritò en un susurro para que la persona que estaba

comenzó a golpear con fuerza en mi pecho y mi pulso se aceleró sintiendo los nervios más

posicionó detrás de mi, para escuchar en completo silencio lo que pasaba en la

una mala experiencia. -Abby hablaba en voz alta para que le escucháramos y mordi mis labios reprimiendo la carcajada que queria salir porque la

y aprovechó nuestra cercanía para envolver su brazo en mi cintura, regalandome

estoy bien. Me ha sorprendido mucho su llamada, tenia entendido que su relación con la demandada era… – Usted mismo lo ha dicho. Era, tiempo pasado, ahora solo quiero demandarla y que

que el abogado completara la frase

me cansaria de decir que como actriz seria la

contundentes, por favor, enseñemelas, hasta el más minimo detalle nos servirá.

-Abby dijo esto último en voz alta, siendo esta la señal

sala de

Vincent, posicionándonos detrás del abogado que estaba sentado dándonos la espalda, Vincent se apresuró a llegar hasta la puerta y con la llave que ya estaba puesta, pasó el seguro y se quedó de

con sus ojos serios al abogado que se levantó alarmado de su

¿de qué se trata esto? ¿Qué hace el Sr. Lefebvre aqui? -preguntó confundido

muy cómoda y con una

¿podría darse la vuelta?-le pidió Abby mirándose las uñas

con nosotros, su rostro palideció cuando su

palabras sonaban con sarcasmo en medio de

tenia la esperanza de que todo este plan funcionara

todos los delitos de sus

esto? Srta. Dubois, jacaso me ha tendido una trampa? -el abogado preguntó dándome de nuevo la espalda parā murat a Abby y tomé la mano de Alexander

Cafa.

trampa? -negué con mi cabeza al mismo tiempo que Alexander y Vincent, aunque hasta

pero Vincent seguia en la puerta sin la intención de dejarlo escapar hasta que nos escuchara y para ser honesta, mi primo lucia imponente e intimidante en este momento. Hágase a un lado, Sr. Lefebvre, esto es un atropello, estoy en contra de mi voluntad en

años le van a

voluntad, hay

de Abby, sintiendo que los nervios se esfumaban por completo, dejándome una

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